Monarchy and Nobility

Alfonso I El Batallador

Rey de Aragón y de Navarra (1104-1134).

Era hijo de Sancho Ramírez y Felicia de Roucy y nació probablemente en Hecho (Huesca) en zona entonces netamente euskaldun. A la muerte de su hermano Pedro I, en 1104, fue designado rey. En 1109, habiendo muerto Alfonso VI, el Batallador, alegó su derecho al trono de Castilla y, para evitar la guerra, casó con D.ª Urraca, hija del rey castellano y viuda del conde Raimundo de Borgoña del cual tenía un hijo que había de llegar a reinar en Castilla con el nombre de Alfonso VII.

En 1110, navarros y aragoneses derrotaron sobre Valtierra a Almuzater, rey de Zaragoza, quien murió en la batalla. En 1111 se exteriorizaron las desavenencias entre el rey y la reina agravadas por las intrigas cortesanas y los intereses políticos. Hacia 1114 el Papa Pascual II anulaba el matrimonio basándose en el hecho de que ambos cónyuges eran biznietos de Sancho III el Mayor. Ese mismo año fue tomada Tudela a los moros, al parecer por sorpresa. Mandaba las tropas el conde Rotrón del Perche, quien fue premiado con el señorío hereditario de la ciudad. La toma de Tudela animó al rey a poner sitio a Zaragoza, cuya conquista ya se había intentado otras veces, y sus esfuerzos se encaminaron en esa dirección.

Entre tanto, la guerra con Castilla continuaba y en 1126 se ve que el rey tenía sus cuarteles en las cercanías de Haro, haciendo frente a D. Diego López (el señor de Vizcaya), que estaba con los castellanos. Estos, en 1117, habían conseguido invadir la Rioja, según se demuestra por una donación que D.ª Urraca y su hijo Alfonso hicieron al monasterio de Santa María de Nájera.

En 1118, después de prolongado cerco, fue tomada Zaragoza por asalto -18 de diciembre-. En la empresa colaboraron importantes fuerzas de Bearne, Gascuña y del País Vasco de ultrapuertos, pues en donación que por tal motivo hizo el rey figuran como presentes, D. Gastón, vizconde de Bearne; el conde de Bigorra, el de Comange, el vizconde de Gabarret, el obispo de Lascar, Ojer de Miramont, Arnald de Labedan el conde Bertrand, Ramón de Tolosa y otros.

Fueron los navarros los primeros en entrar en la ciudad, en conmemoración de cuyo hecho y en las inmediaciones del terreno donde se ejecutó, se edificó luego un templo a San Miguel Arcángel, que es llamado San Miguel de los navarros. Desde Zaragoza los vencedores se extendieron, Ebro abajo, hasta las cercanías de Tortosa y también Jalón arriba, en cuya ribera tomaron Rueda y Ricla. También fue reconquistada Tarazona. En 1120 fue conquistada Calatayud, así como Daroca y Molin. Aragón adquirió, así, considerable extensión.

En 1122, dio el rey nuevo fuero de población a La "Puente de Arga, que también se llama de la Reina...". En 1124 se consagró la nueva catedral de Santa María en Pamplona y el mismo año fue fundada la hoy ciudad de Santo Domingo de la Calzada, en las riberas del río Oja, en el lugar llamado Olgabarte y lubarte.

En 1126 murió la reina D.ª Urraca y parece que se llegó a un acuerdo entre el rey de Pamplona y Aragón y el nuevo monarca castellano Alfonso VII, apartándose éste de sus pretensiones sobre la Rioja. Así parece confirmarlo una escritura (1127) del Batallador que se refiere a Tudela y que está confirmada entre otros por el obispo D. Sancho, de Calahorra; D. Orielo Garcés, con el señorío de Logroño; D. Fortuño Garcés, con el de Nájera, y D. Lope Íñiguez, en Bureba y Alfaro.

De 1129, es un decreto del rey a los justicias de Tudela que demuestra la servidumbre en que los cristianos tenían a los moros que habían quedado en Tudela: parece que les consentía labrar las que fueron sus tierras, mediante pago de la mitad de la cosecha. Dispuso el rey que también de la mitad que quedaba a los moros se pagaran los diezmos y primicias a la iglesia.

En 1130, viendo el rey que Guillermo, duque de Aquitania, oprimía las tierras de los señores vascos de Ultrapuertos, aprovechó la paz con Castilla (firmada en Tamara, en julio de 1127) y puso sitio a la ciudad de Baiona, la que parece tomó después de un insistente cerco.

Emprende una incursión en Andalucía, entre 1125 y 1126. Se dirigió a la región valenciana y, continuando hacia el Sur, cruzó el Júcar, tomó Alcaraz y entró en Andalucía. En tierras de Córdoba entabló batalla con las tropas musulmanas resultando vencedor. En 1126 Alfonso el Batallador regresó a su reino acompañado por numerosos mozárabes y tras haber conseguido un cuantioso botín.

En 1134 trató de apoderarse de Fraga, pero fue derrotado y sufrió heridas que terminaron por causarle la muerte el 7 de septiembre de 1134. Se sitúa el lugar de su muerte en Poleñino (Huesca).

En el testamento que había hecho durante el cerco de Baiona, y que en lo esencial es idéntico al que volvió hacer en Sariñena, legaba el Reino a las Órdenes militares del Temple, del hospital de San Juan de Jerusalén y del Santo Sepulcro. Aragón quedó desorientado ante la extraña disposición testamentaria y los navarros utilizaron esa situación para restaurar su independencia proclamando rey a D. García Ramírez, hijo del infante Ramiro Sánchez. Rey de Aragón fue elegido Ramiro, hermano del Batallador quien fue llamado "el Monje", porque para sentarlo en el trono fue sacado del monasterio de Tomieres.