Monarchy and Nobility

Felipe V de Navarra y III de Castilla

Nacido en Madrid en 1578, ocupa el trono desde 1598 hasta su muerte en 1621.

Forma parte de su patrimonio la enemistad con Inglaterra, hasta 1603 en que muere Isabel I, con Francia, hasta 1610 en que lo hace Enrique IV, y con Holanda, hasta la tregua de 12 años de 1609. Por ello, el país se ve aliviado del gravamen bélico, lo cual le permite una cierta reconstrucción económica en la segunda mitad del reinado. Felipe juró, siendo aún príncipe, los Fueros de Navarra ante las Cortes reunidas en 1592. Los de Vizcaya no pudo jurarlos en 1598 debido al estado de emergencia del Señorío afectado por la gran epidemia de peste que azotó el país de 1597 a 1601, haciéndolo el 4 de febrero de 1602. Un año antes había finalizado el conflicto sobre la llamada Contribución de los Millones, tributación decretada en 1590, impugnada por el Señorío cuando los recaudadores pretendieron llevarla a efecto para paliar el enorme despilfarro de la Hacienda pública castellana. El 24 de mayo de 1601 una Real Cédula declara libre a Bizkaia. Durante este reinado tiene lugar también el último episodio de la cacería de brujas desarrollada bajo los dos primeros Austrias. El Auto de Fe de Logroño de 1610 marca un jalón importante en la historia de la Inquisición española. Ver Brujeria.

Por otro lado, la aplicación del Concilio de Trento y las nuevas normativas episcopales provocan el choque entre estas últimas y las autoridades locales vascas, siendo uno de los motivos el de la imposición del velo en el templo, imposición impugnada tercamente por el Señorío que rechaza los razonamientos misóginos de San Pablo aduciendo usos y costumbres propias (tocado para las casadas, pelo mocho para las solteras). Una fecha importante en el reinado de este monarca en su relación con Euskalerria es el 4 de junio de 1610, día en que, pese a la oposición del fiscal del Consejo, Gipuzkoa ve confirmada su hidalguía de sangre (declaración de nobleza universal) "para que cosa tan notoria no pudiese reducirse a pleito". También es obligado referirse, en la historia de la provincia de Gipuzkoa y en la de Donostia-San Sebastián, al triunfal viaje que hizo el rey Felipe III a estas tierras con motivo de las entregas reales de D.ª Ana de Austria, hija de Felipe III y reina de Francia (esposa de Luis XIII), y de D.ª Isabel de Borbón, princesa de España (prometida del príncipe de Asturias). El viaje, que duró desde el 30 de octubre de 1615 que entró el rey por Salinas de Léniz -subiendo incluso a Arantzazu- hasta el 16 de noviembre en que dejó Gipuzkoa, supuso un acontecimiento de la máxima brillantez que llevó la fama de la hospitalidad vasca por todo los rincones de España.

Fue apoteósico el recorrido de la comitiva por la provincia que movilizó a sus soldados e hizo un impresionante despliegue de ornamentos, fiestas y boato durante todas las visitas y actividades del rey. Gipuzkoa movilizó todo sus recursos humanos y económicos para el acontecimiento; Bizkaia, 600 hombres armados y uniformados. La comitiva comprendía varios cientos de personas entre grandes, nobles, caballeros, pajes y servidores, así como más de tres mil animales de monta y de carga. Fue pues muy difícil organizar el albergue de tanta persona, el mantenimiento y la disposición de los caminos, así como de las barcazas y barcos del puerto de Pasaia para poder atender a toda la comitiva. Sin embargo, la provincia y el Duque de Ciudad Real, Alfonso de Idiáquez, que era el encargado de coordinar los preparativos y recibimientos, salieron airosísimos de la prueba. La Corte española puso en movimiento, asimismo, toda su gran capacidad de boato.