Monarchy and Nobility

Felipe IV de Navarra y II de Castilla

Cuando muere Juana la Loca, titular de la corona de Castilla, en 1555, y abdica del trono, un año después, Carlos I, Felipe (1527-1598), nieto de la primera e hijo del segundo, hereda un patrimonio multiforme que se pone de manifiesto en la heterogénea sucesión de títulos que ostenta desde ese momento: Rey de Castilla, de León, de Aragón, de las Dos Sicilias, de Jerusalén, de Portugal, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Murcia, de Jaén, de los Algarbes, de Algeciras, de Gibraltar, de las islas de Canaria, de las Indias Orientales y Occidentales, islas y tierra firme, del mar Océano, archiduque de Austria, duque de Borgoña y de Brabante y Milán, conde de Ausburgo, de Flandes y del Tirol y de Barcelona, Señor de Vizcaya y de Molina, etc. Pese a no heredar el titulo imperial, que pasará a detentar su tío Fernando, Flandes queda vinculado a la Corona española.

Esta será, la enemiga con Francia, la mayor fuente de conflictos del reinado de Felipe II, conflictos exteriores que se traducirán en intervencionismo armado en los asuntos internos de Francia, guerra contra el imperio turco, guerra contra Inglaterra, guerra en Flandes, ocupación de Portugal, etc. En el orden interno, es la cuestión navarra la que tal vez ofrezca al Austria mayores dificultades. 44 años separan al nuevo rey de la invasión armada de 1512, acaecida cuando contaba con 15 años. La imbricación de tal cuestión con la enemistad francesa heredada de su padre y su abuelo y con la división de la cristiandad como consecuencia de la expansión de la revolución protestante, traerá como consecuencia una larga serie de guerras abiertas y de maquinaciones diplomáticas que no hallarán tregua hasta el final de sus días con la paz de Vervins, firmada el 2 de mayo de 1598. Finalmente, hemos de hacer consignar que es durante este reinado cuando, como consecuencia de la baja de exportación del hierro, de la serie ininterrumpida de guerras atlánticas y de una ciega política librecambista, comienza a hacerse sentir una crisis económica que se agudizará Durante Los Reinados Subsiguientes.