Primera ikastola de Gipuzkoa instalada en la calle Puyuelo de San Sebastián el 31 de julio de 1916. Se debió a la iniciativa, trabajo y financiación de Miguel Muñoa que había hecho su primer experimento en 1914, en la calle Ikatz Kalea (Juan de Bilbao). Koruko Andre Mariaren Ikastetxea se inició con Muñoa y otros dos profesores y un alumnado, masculino sólo, de 80 niños a los que se iniciaba en aritmética, catecismo, alfabetización e historia sagrada. La enseñanza era gratuita. Algo después se creó un servicio para niñas que cursaban sus estudios en otros centros. La creación de este centro la decidió Muñoa como fruto de su profundo escepticismo respecto a las intenciones bilingüistas de los diferentes ministros de instrucción pública y el tiempo le dio la razón ya que el bilingüismo no fue concedido ni con la monarquía ni con la república. Esta primera ikastola guipuzcoana mereció la alabanza del I Congreso de Estudios Vascos y la asistencia de niños fue continuada sirviendo el centro de modelo a los que fueron abriéndose durante los años 20 y 30 en toda la geografía vasca. En 1928 abrió sus puertas de forma nocturna a alumnado adulto celebrándose también en sus locales diversas reuniones de Euskeltzale Bazkuna y otras agrupaciones euskeristas. En esta ikastola hizo sus primeras armas Elbira Zipitria, enseñante y pedagoga a cuya iniciativa se debió la resurrección de la ikastola tras la guerra.