Politicians and Public Officials

Irujo Ollo, Manuel de

Político navarro nacionalista, nacido en Estella el 25 de setiembre de 1891. Fallece el 1 de enero de 1981

Era hijo del abogado Daniel Irujo y Urra, profesor de Deusto y avanzadilla del nacionalismo aranista en Navarra. Estudia el bachillerato en el colegio de los jesuitas de Orduña y Filosofía y Derecho en Deusto doctorándose en Salamanca.

Se afilia al PNV en 1908. Vuelve a Estella al morir su padre (1911). Hará las veces de padre con sus hermanos menores a los que lleva bastantes años. Manuel IrujoFunda el Centro Vasco de Estella, ciudad en la que comienza a ejercer. Es elegido diputado foral en 1919 (anulada el acta) y en 1921-1923, tras haber quedado viudo en 1918.

Durante el período que ocupó el cargo manifestó su preocupación por el problema de los comunales baldíos y los latifundios navarros llegando a proponer una reforma agraria mediante adquisición de la tierra por los renteros, cosa que no consiguió llevar a efecto debido a la oposición de los terratenientes.

A su iniciativa y al apoyo de la Sociedad de Estudios Vascos se debió la creación en 1921 de la Caja de Ahorros de Navarra. Fue reelegido diputado foral de Navarra en 1923 pero su acta fue anulada al sobrevenir la dictadura de Primo de Rivera, siendo además encarcelado.

En 1930, tras la dimisión de Primo de Rivera, volvió a incorporarse a la Corporación provincial navarra en la que permanecerá casi un año.



Miembro de la Sociedad de Estudios Vascos, fue nombrado vocal de Administración General de la Junta Permanente desde 1932. Su actuación fue importante, sobre todo en relación con Navarra en la que había de celebrarse el Congreso de Historia (Estella, 1936). Con motivo del Día de la Patria del año 1933 se organizó en Donostia-San Sebastián una semana cultural vasca. En ella intervino Irujo con el tema Nacionalismo e Internacionalismo.

En las elecciones parlamentarias del 19 de noviembre de 1933 salió elegido diputado por Gipuzkoa. En el pleito de los municipios vascos de 1934 defendió como letrado ante el Tribunal Supremo los recursos interpuestos por los alcaldes vascos encausados contra las sentencias de los tribunales inferiores. El mismo había intervenido activamente en aquella rebeldía civil. En enero de 1936 acudió con otras personalidades del PNV a Roma, atendiendo a la invitación de la Secretaría de Estado vaticana ante las próximas elecciones de diputados a Cortes, sin que se llegara a un acuerdo con la Santa Sede. Obtiene nuevamente el acta.

Al tenerse noticia en San Sebastián del alzamiento militar de julio de 1936 Irujo, en compañía del también diputado nacionalista Lasarte, se personó en el Gobierno civil entregando una nota en la que, en nombre de la minoría parlamentaria que representaban, se invitaba a las fuerzas armadas y a los ciudadanos a asistir "al poder legal legítimo, oponiéndose al movimiento militar faccioso". La nota, ampliamente difundida por radio, fue muy mal acogida en las jerarquías del PNV y el Euzkadi Buru-Batzar, reunido en San Sebastián, acordó publicar "una especie de desautorización" que, debido a los disturbios que se produjeron en la capital guipuzcoana, no llegó a ver la luz. Pronto el PNV, publicaría en el diario bilbaíno Euzkadi otra nota en la que se mantenía en una postura similar a la de Irujo y Lasarte. La postura abiertamente contraria al alzamiento que Irujo mantuvo desde el principio influyó no poco en el respeto que las fuerzas del Frente Popular mantuvieron por el nacionalismo vasco. Fue uno de los líderes de las fuerzas leales de Gipuzkoa y tuvo una destacada actuación en las negociaciones llevadas a cabo con los jefes de la guarnición de Loiola para su rendición. Desplegó asimismo gran actividad en la Comandancia de Azpeitia (Gipuzkoa), siendo uno de los miembros de la junta gestora de "Euzko-Gudarostea" (Milicias Vascas) y presidente de la Junta de Defensa de aquella población, con jurisdicción en la zona central de la provincia. Ante el caos producido por la proliferación de Juntas de Defensa, Irujo propuso a la de Gipuzkoa la formación inmediata de un Gobierno vasco, sin esperar a la aprobación del Estatuto, que llevaba cinco años esperándola en Madrid. La propuesta fue aprobada por la Junta de Defensa de Gipuzkoa, pero no por la de Bizkaia, que mantuvo la tesis de que debía obtenerse primero la aprobación del Estatuto. En esta situación Álvarez del Vayo le ofreció a Irujo un puesto en el nuevo Gobierno de la República, presidido por Largo Caballero, puesto que le había sido ofrecido primero a José Antonio Aguirre. Irujo y el PNV impusieron como condición a la aceptación la aprobación inmediata del Estatuto. Garantizado este punto, el nombramiento de Irujo como ministro sin cartera apareció en la Gaceta de Madrid el 25 de septiembre.

El Estatuto vasco sería aprobado por ley votada en Cortes el 1 de octubre. La humanización de la guerra, por la cual había ya luchado incansablemente hasta entonces, fue uno de sus principales objetivos como ministro, consiguiendo, inmediatamente después de su nombramiento, la conmutación de las penas de muerte impuestas a cuatro personas acusadas de colaborar con el movimiento militar. Posteriormente, en la segunda reorganización del Gobierno Español (mayo), le sería confiada la cartera de Justicia. En junio de 1937, por orden del Euzkadi-Buru-Batzar, presentó su dimisión como ministro "ante la situación de indefensión en que se ha dejado a Euzkadi por parte del Gobierno de la República".

En el exilio, es uno de los elementos esenciales de la Liga Internacional de Amigos de los Vascos. Estallada la Guerra Europea, preside (1941) en Londres, cuando Aguirre ya ha desaparecido, el Consejo Nacional Vasco y firma un acuerdo con De Gaulle con vistas a la Europa del mañana (Muga n.° 13). Al año siguiente, es de los fundadores de la Unión Cultural de los Países de la Europa Occidental (Europa de los pueblos, de las etnias). Funde el grupo vasco en Unión Federal con Portugal y Cataluña y consigue después la entrada en la Unión Europea de Federalistas. En 1944 es miembro del Comité Pro-Comunidad Ibérica de Naciones (Londres). Ekin editó en 1945 Comunidad Ibérica de Naciones, producto de la cooperación de cuatro ponentes, portugués, español, catalán y vasco. Sus autores fueron, respectivamente, Armando Cortesao, Luis Araquistain, Carlos Pi Suñer y Manuel de Irujo, en sucesivas conferencias desarrolladas en Euzko-Etxea de Londres en el año 1944. Fue nombrado en 1945 ministro de Industria, Comercio y Navegación, y de Justicia -de 1946 a 1947- en el Gobierno republicano español en el exilio. Por estos años se constituye el Movimiento europeo en La Haya. En 1948, en los locales de la Delegación Vasca de París, se crea el Consejo Español Federal de este movimiento. Irujo, en ese Consejo Federal reúne todas las tendencias: demócratas cristianos, socialistas, liberales, catalanes y vascos. Se le añaden los Nuevos Equipos Internacionales, que tienen un papel importante en la constitución de Europa. El primer presidente es Salvador de Madariaga, siendo vicepresidente Irujo, que llega a ser presidente cuando sale Salvador de Madariaga.



En el año 50 ese Consejo Federal organiza, siempre en la Delegación de Euskadi en París, unas jornadas de estudio patrocinadas por Irujo. Y el primero de febrero de 1951, se forma definitavamente el Consejo Vasco con la Federación Europea, con las tendencias y los representantes ya enumerados y además las Juventudes Federales de los Trabajadores Cristianos por una Europa Unida y los Jóvenes de los Nuevos Equipos Internacionales. En 1972, que es el Congreso del Movimiento Federalista de Europa, Irujo es nombrado presidente de honor del Consejo Federal Peninsular del Movimiento Europeo. El 20 de octubre de 1974 en Asís es la reunión del Comité Ejecutivo del Consejo de la Unión Europea de Jóvenes Demócratas Cristianos. Irujo obtiene el premio de la Juventud Demócrata Cristiana Europea, "por su contribución a favor de una Europa de los Derechos Humanos y de las Comunidades Etnicas y Culturales". Es nombrado Amigo de Europa y recibe la Medalla de Oro.

El 25 de marzo de 1977 volvía del exilio para salir elegido senador por Navarra merced al Pacto Autonómico entre el PNV, PSOE y ESEI. Aún llegará a ser elegido parlamentario foral de Navarra (PNV) por Pamplona (capital) en 1979.

Su personalidad marca una honda huella en la política de su partido y crea en Navarra lo que se ha dado en llamar el irujismo, una forma peculiar de ser nacionalista vasco en esta tierra. Fue un caso verdaderamente notable de bonhomía personal apenas desfigurada por la militancia política ni en las circunstancias más difíciles. "Hizo compatible -comenta Monreal- por un lado la más estricta fidelidad a la ortodoxia y a la disciplina de un partido, y por otro, una vinculación fundamental con lo que él consideraba los intereses generales del pueblo vasco".

Su producción escrita es copiosísima y de valor irregular. Sus principales títulos son Instituciones jurídicas vascas e Inglaterra y los vascos, ambas editadas en 1945 por Ekin, Buenos Aires, 144 y 444 pp. respectivamente; Un vasco en el ministerio de Justicia, Ekin, Buenos Aires, 1976, 273 pp.; La guerra civil antes del Estatuto, E.D., Madrid, 1978, 115 pp. Sus colaboraciones en Alderdi han sido recopiladas en Escritos en Alderdi, Bilbao, 1981, t. I (1949-1960) y t. II (1960-74). También recoge su producción Escritos desde el Partido Nacionalista Vasco, Bilbao, 1982. Entre las entrevistas concedidas y publicadas destaca la efectuada por Eugenio Ibarzábal en la que se hermanan la vivacidad, la simpatía y la imprecisión que le eran características (Erein, 1977, 167 pp.).