Painters

Bonifacio Gómez, Alfonso

Artista plástico, nacido en San Sebastián el 19 de junio de 1933 y fallecido en la misma ciudad el 16 de diciembre de 2011.

Hijo de un republicano fusilado durante al Guerra Civil, fue acogido en su infancia en la Casa de Misericordia de su ciudad natal.

Aficionado al dibujo desde niño, desempeñó los oficios más diversos, entre ellos el de novillero hasta que una cornada le hizo abandonar definitivamente los ruedos.

En 1955 gana el Primer Premio de Pintura de San Sebastián con un Cristo cubista, lo que le anima a ingresar en la Escuela de Artes y Oficios, de la que pronto es expulsado.

Comenzó a trabajar como dibujante en un estudio de publicidad y, en 1958, protagoniza su primera muestra individual en el Ateneo de Guipúzcoa.

Tras una corta estancia en París, donde conoce a artistas como Antonio Saura o Modest Cuixart, se instala en Bilbao. Allí contacta con la galería Grises de Bilbao, en la que expone su obra con gran éxito.

En aquellos años cultiva una abstracción informalista que tiende a ocupar toda la superficie pictórica con amplias manchas de tonos austeros, dispuestas sobre fondos predominantemente blancos.

En 1968, después de conocer a Fernando Zóbel, decide trasladarse a Cuenca, ciudad en la que Antonio Lorenzo le introduce en las técnicas del grabado. Tanto sus óleos como sus estampaciones comienzan a llenarse de criaturas biomórficas inspiradas en los insectos.

A finales de los 70 y principios de los 80 se consagró como uno de los artistas españoles más importantes de su generación. Aunque muy próximo al Grupo de Cuenca, su obra adopta un carácter personal, con toques expresionistas más cercanos a los de otros artistas de la vanguardia internacional, como los del grupo Cobra. Llegó a exponer con este colectivo, formado por artista de diferentes ciudades que planteaban una dinámica expresiva entre la abstracción y la figuración.

De la mano de la Galería Juana Mordó, a la que permanece vinculado desde 1970 hasta comienzos de los años 90, sus trabajos se exhiben en muchos lugares. Su pintura se enriquece, prestando más atención al color pero sin perder la fuerza del dibujo, con formas dinámicas y sugerentes.

En 1989 recibe el encargo de diseñar las vidrieras de la catedral de Cuenca, junto con artistas como Gerardo Rueda o Gustavo Torner.

Su obra se expone en lugares como en el Museo de Arte Abstracto Español de las Casas Colgadas de Cuenca, Fundación Antonio Pérez, Steikborg de Dinamarca, Bellas Artes de Bilbao, Biblioteca Nacional de Madrid, Stedelijk de Amsterdam, San Telmo de San Sebastián o en el Museo Reina Sofía, en Madrid.

Fue galardonado con el Premio Nacional de Grabado, en 1993, y con el Premio de las Artes de la Comunidad de Madrid en 2005.

En 2007 el Círculo de Bellas Artes de Madrid le dedica una retrospectiva titulada "En los campos de batalla".

Mostró por última vez su obra en San Sebastián en agosto de 2009 en la Galería Kur.