Archaeologists

Eguren Bengoa, Enrique

Arqueólogo nacido en Vitoria (Álava) el 13 de enero 1888 en la calle Florida. Murió en Oviedo el 14 de julio de 1944 siendo enterrado, junto a su esposa, en un panteón cedido por la Diputación Provincial de Oviedo en el cementerio de Oviedo.

Hijo de industriales, estudió en Vitoria en el Colegio de los PP. Marianistas y en el Instituto de Enseñanza Media , donde conoció al eminente arqueólogo Federico de Baraibar y otros.

Estudió Ciencias Naturales en la Universidad de Madrid . Desde que en 1833 fuera descubierto el primer dolmen -el de Egilaz, Aizkomendi- en tierra vasca, se conocen ya la cueva de Balzola, los yacimientos de Muliña e Istourits por obra de personalidades como Passemard, Ansoleaga, Apraiz, Détroyat, Baraibar, Iturralde, Daguin, conde de Lersundi y Darricarrère. Al calor de estos conocimientos, su tesis doctoral, elaborada en 1913, la publicó al año siguiente con el titulo Estado actual de la Antropología y Prehistoria Vasca. Estudio antropológico del Pueblo Vasco. La prehistoria en Álava. También incursionó por esas fechas en la arqueología lejana: De la Época Eneolítica en Asturias (1917), Cabezas Humanas reducidas del Perú (1918).

Intervino en los primeros Congresos de Estudios Vascos de 1918 y 1920. Presidió, junto con Aranzadi, la sección "Raza" (Antropología física, prehistoria, etnología) del primer congreso, y en el segundo, como Presidente de la sección "Universidad", disertó sobre el tema: Régimen autónomo económico-administrativo de la Universidad Vasca (publicado en San Sebastián, 1921), a cuya consecución dedicó cariño y esfuerzos. Se halló en el núcleo de la implantación de Eusko Ikaskuntza en Álava y de la apertura de la delegación de este territorio.

Fue desde muy joven nacionalista vasco. Casó con Rosa Zubiagaray y fue profesor del Instituto de Vitoria-Gasteiz y después catedrático de la Universidad de Oviedo (cátedra de Botánica y Minerología). Desde 1929 hasta su muerte fue rector de la citada Universidad.

Pero donde destaca Enrique de Eguren es como investigador en compañía de J. M. de Barandiarán y Telesforo de Aranzadi, entre 1917 y 1936. En 1918 exploran Santimamiñe, en 1919 el trío explora la montaña de Izkiz y el camino de Lasarte en Vitoria; con Barandiarán prospecciona Albaina y además con Aranzadi la zona dolménica de Urbasa; entre 1922-1923 rastrean Salbatierrabide y las grutas artificiales del Sur de Álava.

En 1925 dirige las actividades en torno al dolmen de Egilaz y de Eskalmendi, y de los de Legaire de la sierra de Enzia y Berjalaran.

Ello se traduce en publicaciones tales como Exploración de ocho dólmenes de Altzania (1921), Exploración de diez y seis dólmenes en la sierra de Elosua-Plazentzia (1922), Exploración de seis dólmenes en la sierra de Urbasa (1923), Grutas artificiales de Álava (1923), Exploración de cuatro dólmenes de Belabieta (1923), Nuevos datos acerca de la Prehistoria en Álava-El túmulo de Oquina (1923), Exploraciones de la caverna de Santimamiñe (Basondo: Cortézubi) (1925 y 1931); Los dólmenes clásicos alaveses. Nuevos dólmenes en la Sierra de Entzia (Encia), RIEV, 1927, XVIII, 1-54 y tirada aparte con 54 pp., hoja plegable y 8 pp. de láminas.

A partir de 1923, su trabajo de campo fue más parsimonioso debido a la afección cardiaca que le aquejó y que le impedía subir cuestas como la de Santimamiñe. En 1927 excavó el dolmen de Arrobigaña (Altzania). Sus escrupulosos y concienzudos trabajos los efectuaba en sus vacaciones académicas, casi siempre en Álava.

Deben citarse: Los dólmenes clásicos alaveses (1927), El dolmen de Larrasoil y otros datos para la Prehistoria Alavesa (1931)...

En 1930 formó parte del "Comité de los veinte", sección Álava, destinado a reorganizar el nacionalismo vasco tras la Dictadura de Primo de Rivera, comité cuyas ideas fueron cercanas al ideario de Acción Nacionalista Vasca (A.N.V.).

La guerra civil lo sorprendió en la cueva de Urteaga (Itziar, Gipuzkoa), junto con sus compañeros, el maestro Aranzadi y J. Miguel de Barandiarán a los que no volvió a encontrar nunca más. Tanto él como su esposa, mal vistos por el Franquismo, tuvieron que resignarse a la nueva situación. Fue vicepresidente de la Diputación de Asturias desde 1942. Miembro Fundador de la Sociedad Española de Antropología, Etnografía y Prehistoria. Publicó La reconstrucción nacional por la tierra y su trabajo, 1938, Reflexiones y comentarios (1941), Consideraciones acerca del factor hombre y sus destinos (1942) y Asturias, tierra privilegiada (1943).