Literary Figures

Kardaberaz, Agustín

Escritor y misionero. Nació en Hernani, Gipuzkoa, el día 29 de diciembre de 1703, falleció en Bolonia el 18 de octubre de 1770.

Realizó sus primeros estudios en el colegio de los Jesuitas de Donostia-San Sebastián y los de Filosofía y Jurisprudencia en Pamplona y Valladolid, respectivamente. En 1721 ingresa en la Compañía de Jesús y pasa a estudiar Filosofía, esta vez en Palencia y luego Teología en Valladolid. A los 26 años de edad se ordena sacerdote (1729). Es nombrado profesor de gramática del colegio de la Compañía de Bilbao, cargo que ocupa durante tres años.

Comienza su labor de predicador, en la que se hizo célebre en todo el país. Su fama de santidad contribuyó no poco al éxito de estos primeros sermones y la afluencia de público llegó a ser tal, que se vio forzado a predicar al aire libre por no caber los fieles en el templo. En Bilbao predicó en el Arenal. Alternando con la oratoria ocupó la cátedra de Teología y Moral en la Universidad de Oñati durante un año. En 1736 fija su residencia en Loiola, desde donde recorría los pueblos de Gipuzkoa y de Bizkaia predicando en vascuence.

En 1744 publica su primera obra en euskera con la que inicia un cultivo de la literatura vasca, pero siempre con fines de proselitismo religioso. Esta nueva actividad obedece, pues, a fines pastorales, ya que incluye toda pretensión de originalidad y su preocupación está polarizada más por las ideas que expone que por cualquier otra consideración de orden estilístico o literario.

En 1767, al promulgarse la Pragmática Sanción y decretarse por ella la expulsión de los jesuitas de los dominios de Carlos III, Cardaberaz se embarca rumbo a Italia y destinado a Castelo de San Juan, Bolonia, donde muere el 18 de octubre de 1770.

Además de ilustre predicador y entusiasta vascófilo, sus biógrafos le atribuyeron fama de santidad; fue uno de los primeros promotores de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús en el país y la Orden lo cuenta entre sus Varones ilustres, figurando también en el Menologio.

Su obra escrita es importante. Es autor de una de las muchas traducciones del Catecismo del P. Astete, junto con Añibarro, Echeverría y Moguel. Bajo el título Cristavaren Vicitza edo orretarako Vide erreza bere amabi Pausoaquin, publica en Pamplona en 1744 una traducción de la obra de Dutari, "La vida del Cristiano..." Para su tiempo fue un libro muy extenso entre los publicados hasta entonces en lengua vasca. En 1761 aparecen en Pamplona tres obras nuevas de Cardaberaz sobre San Ignacio de Loyola: a) Aita San Ignacioren Egercicioen Gañean Afectoac, beren Egemplo, ta Doctrinaquin: edo Egercicioen II en Partea, que con el tiempo fue adaptada al labortano en 1856 por Duvoisin; b) Aita San Ignacioren Egercicioen III garren Partea; c) Aita San Ignacioren Egercicioen Gañean, orien lav asteetako Meditacio laburrac, edo Egercicioen lav garren Partea, que también fue adaptada al laburdino.

Cambiando del tema religioso al puramente vasquista publicó ese mismo año un tratado para escribir, leer y hablar bien el vascuence, como lo dice su título Eusqueraren Berri Onac: eta Ondo Escribitzeko, ondo iracurteko, ta ondo itzeguiteco Erreglac. Es la única obra sobre la lengua de Cardaberaz. Su solo título Berri Onak "Buena Nueva" del euskera, deja ver su cariño por el idioma. Consta esta obra de nueve secciones en las que se exponen las excelencias de la lengua y su propiedad para el cultivo literario, especialmente la oratoria. Cardaberaz no cree que la lengua original de la humanidad fuera el euskera como creyeron los de su tiempo, sino el hebreo, pero se mantiene firme en la idea de la pureza e inmutabilidad del euskera. Se lamenta que carezca de tan pocos cultivadores y conjura a los curas y maestros a que la utilicen para elevarla a un rango superior.

El año 1762 publica en Pamplona también un tratado ascético titulado "Ondo Iltcen icasteco ta ondo iltcen lagunteco egercicioac". Al año siguiente, en 1763, publica en dialecto vizcaíno Jesús, María ta Joseren devociñoco Libruchoric atararico devociño batzuc, que trata de la devoción a San José, a la Santa Cruz y al Rosario. Todavía antes de la expulsión, en 1764 y en 1766, imprime Justuen Ispillu Arguia, sobre la vida de San Luis Gonzaga y San Estanislao de Kostka, y Senar emazte santuak, basado en la vida de San Isidro Labrador.

Después de su muerte (1770) siguen reimprimiéndose sus obras y se editan nuevos originales inéditos, como Mezaco Sacrificio ta Comunio Sagraduaren gañecó doctrina (Tolosa, 1782), Escu liburua, ceinetan arquitcen dira cristau onaren eguneroco egercicioac (Tolosa, 1826), Amorezco eta dolorezco Jesu Christo-ren Pausoac (Tolosa, 1858, con unas cuartetas a las que puso música el Conde de Peñaflorida para ser cantadas en la iglesia de Azcoitia), Ama Veneragarri Josefa sacramentu guciz santuarena ceritzanaren Vicitza eta vertuteac (Tolosa, 1882, a modo de biografía de la M. Josefa del Santísimo Sacramento de Azcoitia). El último libro que se imprime es Azpeitico erri chitez noblearen gloria paregabeac edo Aita San Ignacioren bicitza laburra (Tolosa, 1901). Se sabe por el prólogo de esta primera edición que su publicación había sido rechazada por el Conde de Aranda, que había dado la orden de no permitirse ninguna publicación en vascuence.

Modernamente se ha rendido homenaje al P. Agustín de Cardaberaz hasta el punto de llevar su nombre una agrupación vasquista.