Monarchy and Nobility

Carlomagno

Carolo Magno.

Rey de los francos y emperador de Occidente. Nació en Neustria el año 742, murió en el año 814.

Fue sin duda el fundador de la dinastía de los carolingios y su representante más famoso. Sucedió a su padre Pipino el Breve el año 768, fecha fatal para los vascos en las luchas con los francos. En ese año lograban plenamente la desmembración del Ducado de Vasconia. Reinó con su hermano Carlomán hasta 771, y desde esta fecha, solo. Con sus cincuenta y seis expediciones militares sometió a los reinos y naciones colindantes como los lombardos (774), sajones (777) ávaros y árabes españoles (785). La invasión de Vasconia fue el año 778 culminando con la famosa derrota de Roncesvalles. A raíz de estos acontecimientos creó dentro de la monarquía franca un reino de Aquitania, cuya principal misión sería vigilar de modo permanente la actividad de los señores musulmanes de la frontera pirenaica. Este reino aquitano lo constituyó a favor de su hijo Luis (Ludovico Pío) para intentar dominar militarmente a los vascones.

El Ducado de Vasconia quedaría anexado a dicho reino, pero gobernado aparte por Lupo Sanzio. En años sucesivos se dedicó a la dominación del ducado vasco y especialmente al Fecenzac sublevado por Adalarico, titulado en los documentos como "quidem Wasco". En 806 dividió Carlo Magno el reino entre sus hijos. A Pepino I le asignó la Aquitania y por tanto Vasconia. Ese mismo año, navarros y pamploneses formaban de nuevo parte de la Vasconia adherida a los francos. Desde ahora Carlo Magno queda en segundo lugar luchando contra los vascones su hijo Ludovico, que ya el año 807 andaba por Tarazona; en 812 casi se repetía en Roncesvalles una segunda derrota.

En 814 muere el emperador y toman posesión de sus reinos respectivos Luis, Carlos y Pipino, este último como rey aquitano. Según algunos cronistas oficiales la derrota de Roncesvalles amargó los últimos días del emperador. Como paladín del cristianismo oficial y de la civilización occidental publicó leyes notables llamadas Capitulares, reformó la justicia, fundó escuelas y perfeccionó la administración, pero no tuvo escrúpulos en avasallar a cristianos ni en aliarse a musulmanes según las conveniencias del momento.

Después de la batalla de Roncesvalles emprendió una política de desnacionalización de los pueblos más díscolos de su imperio, los aquitanos y los vascones. Su plan fue disolver a los pueblos sometidos en beneficio del suyo propio. Sus disposiciones, llevadas a cabo metódica y tenazmente, pueden resumirse así:

  1. a) Nombramiento de condes, abades y vasallos francos en las comarcas aquitana y vascona.
  2. b) Deportación a Burgundia de los aquitanos y vascones rebeldes, tanto individualmente como en grupos.
  3. c) Establecimiento de colonias francas y principalmente burgundios en el interior de los dos países.

Estas disposiciones las hizo llevar a la práctica, pero sin desmembrar la Aquitania ni la Vasconia. Su objetivo era simplemente fundir a francos, aquitanos y vascos en un solo pueblo, el franco. A partir de su muerte, su hijo Ludovico y el hijo de éste, Pipino (rey aquitano), prosiguen la obra del padre tratando de destruir a los vascones.