Architecture

Acueducto de Noain

Noain

Se trata de un tramo de la obra de traída de aguas a Pamplona, ejecutada en el año 1790. Se diseñó para salvar el desnivel existente en el valle de Elorz, entre las sierras del Perdón y de Tajonar, para hacer llegar el agua del manantial de Subiza a las fuentes públicas de la capital. Fue diseñado por Ventura Rodríguez, y ejecutado por Ángel Santos de Ochandátegui y Alejo de Aranguren.

El proyecto se enmarca en la escasez endémica de agua de calidad que existía en Pamplona, especialmente en los estiajes, y que habían provocado alguna epidemia de cólera. Tras varios intentos infructuosos, el proyecto se encargó al prestigioso arquitecto neoclásico, que se desplazó a la zona con un equipo de ayudantes en 1780, permaneciendo durante varios meses estudiando la zona y dibujando los planos con gran minuciosidad.

El acueducto constaba originariamente de 97 arcos de medio punto, de 8'5 metros de luz y altura máxima de 18 metros. Tenía una longitud total de 1250 metros, y se complementaba con un sistema de casetas de registro, minas y acueductos menores, mucho menos conocidos, que salvaban la sierra de Tajonar, Tajonar pueblo, Zolina y Mendillorri, hasta llegar a las fuentes públicas de Pamplona, diseñadas por el célebre escultor Luis de Paret y Alcázar. El 29 de junio de 1790 brotó el agua por primera vez en los 24 caños del depósito de aguas de Pamplona y en las fuentes pamplonesas.

Desde aquella época, diversos avatares, recogidos hace algunos años en una publicación (1990), han acontecido al acueducto. En 1858 fueron derribados dos arcos, uniéndolos en uno de mayor luz, para permitir el paso de la línea de ferrocarril. Tan sólo la extrema solidez de la obra ha permitido que, durante dos siglos, las vibraciones del tren atacaran a diario sus cimientos sin provocar una ruina total. En 1895 la traída de Subiza fue complementada con la del manantial de Arteta, perdiendo su exclusividad la obra de Ventura Rodríguez. En 1941 fue preciso reconstruir cuatro arcos que se habían desmoronado en la zona central, pero en 1974 las obras de la Autopista de Navarra se llevaron por delante los dos del extremo norte. En el año 1990 fue declarado Bien de Interés Cultural y comenzó su restauración.

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  • GARCÍA GAÍNZA, M.C.: La escultura romanista en Navarra, Pamplona, Gobierno de Navarra, 1986, pp. 155.
  • GARCÍA GAÍNZA, M.C. (et. alt.): Catálogo Monumental de Navarra, vol. IV*, Merindad de Sangüesa, Abaurrea Alta-Izalzu, Pamplona, Gobierno de Navarra, Arzobispado de Pamplona, Universidad de Navarra, 1989, pp. 257-261.
  • PÉREZ OLLO, Fernando: Ermitas de Navarra, Pamplona, C.A.N., 1983, pp. 178.
  • LACARRA DUCAY, Mª Carmen (et. alt.): Navarra, guía y mapa, Estella, C.A.N. 1983, pp. 277.
  • MENÉNDEZ PIDAL, Faustino; MARTINENA, Juan José: Libro de Armería del Reino de Navarra, Pamplona, Gobierno de Navarra, 2001, nº 140.
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