Engineers

Echanove Abaroa, Francisco de

Maestro de obras vizcaíno. Mañaria, 1718 - ¿?.

Los Echanove, a través de las actuaciones de Francisco y su hijo Manuel (arquitecto), fueron agentes destacados en la ejecución de modernos caminos en el País Vasco.

Muy poco se sabe, no obstante, de la educación y formación de este cantero de Mañaria. Parece que Francisco construyó inicialmente caminos en Bizkaia y Gipuzkoa, provincia ésta en donde nacería su hijo Manuel (Aretxabaleta, 1759). Más tarde, se encargó de construir, en estilo neoclásico, la hornacina que alberga la estatua de la Virgen Blanca, patrona de Vitoria (1761).

Se conoce mejor, en cambio, su participación, entre 1767 y 1772, en las obras del camino de Arlaban al límite de la provincia de Burgos, en las que se ocupó de la dirección y de los planos. Estos trabajos -descritos como los "más sólidos y hermosos caminos en toda Álava" (Sagarminaga, 1974: 230)- le dieron prestigio y fama para actuar en Bizkaia.

En 1777, la Merindad de Durango resolvió, tras múltiples discusiones, abrir una carretera hasta el alto de Urkiola, para contrapesar, en cierta manera, la actividad económica que había generado la apertura del camino de Bilbao a Castilla (vía Orduña). Finalmente, la Merindad optó por el proyecto de Echanove, frente a otro alternativo (de José Santos Calderón), por considerar que el camino del primero era "llano, sólido, ancho y sin necesidad de composición alguna", a diferencia del segundo, "terreno expuesto a piedras y hundimientos".

Aunque las obras no concluyeron hasta 1789, las autoridades locales pronto advirtieron la "solidez" y "magnífica delineación" de los proyectos de Echanove. En 1783, le encomendaron la dirección del camino de Durango a Eibar, que compartió con su hijo (no sería la primera ni la última; es más, debido a esta colaboración conjunta, no queda a menudo claro cual de los dos dirigía). Sus nombres trascenderían, incluso, las fronteras, siendo requeridos, al año siguiente, para estudiar el camino de Miranda a Burgos. Fue en Gipuzkoa, a pesar de todo, en donde llegó a lo que sería su mayor logro ingenieril: la proyección de una carretera provincial, que iba de Bidasoa a Eibar. Años más tarde, en 1833, su nieto Francisco Antonio -también ingeniero de Caminos-, solicitaba que se le readmitiese en el Cuerpo, alegando, como mérito familiar, el logro de su abuelo.

Los Echanove fueron reconocidos como unos de los técnicos constructores más competentes de su época. Fernando Sáenz Ridruejo (1983: 377), que ha estudiado ampliamente la historia de las obras públicas en España, afirma que "los caminos de Echanove eran de los pocos que se salvaban de las duras críticas de Betancourt a las obras públicas de la era precedente". Hay que añadir que José Agustín de Betancourt (1758-1824), el impulsor del Cuerpo de Ingenieros de Caminos y Canales, escogió en 1803 a los técnicos más capacitados para dirigir los proyectos de mayor envergadura; Manuel fue uno de ellos.

  • SÁENZ RIDRUEJO, Fernando (1983) "Los primeros ingenieros de Caminos (1799-1839)." Revista de Obras Públicas 130, 369-378.
  • LARREA SAGARMINAGA, Mª Ángeles (1974) Caminos de Vizcaya en la segunda mitad del siglo XVIII. Bilbao: La Gran Enciclopedia Vasca (pp. 230-263).