Director y productor de cine nacido en San Salvador (República de El Salvador) el 28 de febrero de 1950 en el seno de una familia procedente de Gernika.
Su familia instaló una fábrica de calzado en esa república de Centroamérica. Fue enviado al País Vasco para ser educado en los Jesuitas de Bilbao y de Tudela. Su inclinación por el cine fue temprana pero contó con una inicial oposición familiar, así que realizó estudios de Medicina (abandonados) y de Periodismo.
En 1972 se licenció en la Escuela Oficial de Periodismo. Pero como su vocación por el cine no había desaparecido logró ingresar en la Escuela Oficial de Cine contactando con cineastas como Javier Aguirresarobe, Pilar Miró o Fernando Colomo que luego tendrían gran importancia en su carrera artística. Al abandonar la escuela montó la productora Zeppo Films en 1975 y realizó los cortos Off (1975) y Ez (1976). Éste último, un alegato en contra de la central nuclear de Lemoiz, ganador del Mikeldi de Plata en el Festival de Cine Documental y Cortometraje de Bilbao (1977) y del Premio de la Cultura Hispánica en el Certamen Internacional de Films Cortos Ciudad de Huesca (1978), marca el punto de partida de la fascinación de Uribe por la situación socio-política del País Vasco. Movido por este interés rodó en 1979 El proceso de Burgos, largometraje documental sobre el famoso juicio celebrado en 1970 contra varios militantes de E.T.A. Es una película rigurosa, llena de idealismo y solidaridad hacia la lucha del pueblo vasco contra el franquismo que queda como un documento ineludible de ese hecho histórico. Por presiones de militares y políticos de la derecha más reaccionaria (Milán del Bosch, Marcelino Oreja, Jaime Mayor Oreja) la película estuvo a punto de no ser exhibida en el Festival de San Sebastián. Tras superar estos obstáculos El proceso de Burgos pudo darse a conocer y logró varios premios como la Perla del Cantábrico a la Mejor Película de Habla Hispana en el Festival de San Sebastián (1979), el Primer Premio de la XI Semana Internacional de Cine de Autor de Benalmádena (1979) o el Premio del Público en el Festival de Cine de Córdoba.
Animado por este éxito se lanzó al rodaje, junto al productor Ángel Amigo, de su primer largometraje de ficción en 1981, La fuga de Segovia-Segoviako ihesa, punto de partida del cine vasco de los ochenta. Siguiendo el suceso vivido en 1976 por los miembros de E.T.A. fugados de la cárcel de Segovia Uribe realizó un film que combinaba con armonía política y aventura. La propuesta de Uribe contó de nuevo con la oposición de la derecha españolista (sufrió serios problema de distribución en España) y de la izquierda abertzale que vio en ella una apología de E.T.A. (p-m) y de Euskadiko Ezkerra. La fuga de Segovia obtuvo el Premio de la FIPRESCI en el Festival de San Sebastián y el 1º Premio del Festival de Cine de Orleans.
En 1983, decepcionado ante tanta intransigencia, realizó una de las obras cumbre del cine vasco de los ochenta, La muerte de Mikel-Mikelen heriotza, una ácida crítica a una sociedad marcada por la intolerancia a partir de la historia de un farmacéutico que decide vivir libremente su homosexualidad. La muerte de Mikel se convirtió en la película más taquillera de la historia del cine vasco de los ochenta y recibió galardones como el Premio Semana de Cine Español en Nápoles, el Premio Bronces de Cine Español al Mejor Guión (1984) o el Premio Icaro (1984) otorgado por Diario 16. Produjo después Fuego eterno (1984) de José Ángel Rebolledo aunque esta nueva propuesta no tuvo el éxito esperado. En 1986 rodó Adiós pequeña. Harto de la situación vasca Uribe optó por descontextualizar en todo lo posible el relato, decisión errónea que dejó sin vida y sin entidad a su película.
Se trasladó entonces a Madrid y rodó películas para televisión hasta que retornó al cine en 1991 con El rey pasmado, una irónica crónica de la España de Felipe IV aplaudida desde el primer momento por crítica y público. Logró en el Festival de Cine Ibérico y latinoamericano de Biarritz la Makila de Plata, el Premio Especial del Jurado, el Premio del Público y el Premio a la Interpretación Masculina para Juan Diego. Su siguiente largometraje Días contados (1994), romántica y extrema historia de amor entre un miembro de E.T.A. y una drogadicta ambientada en los barrios bajos de Madrid encumbró definitivamente a Uribe como uno de los directores más importantes del panorama cinematográfico vasco y español. Fue la gran triunfadora de 1994 logrando premios como la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián, tres premios Ondas 1994, ocho premios Goya, entre ellos el de Mejor Película y el de Mejor Director, o el Premio Saint Jordi 1994. Como colofón a ese gran año en 1994 su figura fue homenajeada en la 10ª Semana de Cine Vasco de Vitoria-Gasteiz con la publicación del libro Entre el documental y la ficción. El cine de Imanol Uribe. En 1996 logró de nuevo la Concha de Oro del Festival de San Sebastián con Bwana, una película que denunciaba el racismo de la sociedad española.
Obtuvo un gran éxito como productor al apostar por Secretos del corazón (1997) de Montxo Armendáriz, un guión ignorado, sorprendentemente teniendo en cuenta la carrera del director de Olleta, durante varios años por distintos productores. La propuesta de Armendáriz secundada por Uribe logró el Premio Ángel Azul a la Mejor película Europea en el Festival de Berlín (1997), el Premio Ondas a la Mejor Película, o cuatro Goyas de la Academia. Obtuvo también la nominación al Oscar a la Mejor Película de Habla no Inglesa aunque no pudo hacerse al final con el trofeo. En 1999 Uribe estrenó Extraños y en el 2000 estrenó Plenilunio en la sección oficial del Festival de San Sebastián. Basada en la novela homónima de Antonio Muñoz Molina el film logró el Premio Ondas de Cine en el 2000. En 2001 el Festival de cine europeo de Punta del Este (Uruguay) le distinguió con el "Premio a la Trayectoria". En 2002 presentó El viaje de Carol, un emotivo y logrado drama centrado en el paso de la niñez a la adolescencia en el marco de un ambiente ahogado para siempre por el triunfo del franquismo. Curiosamente es un tema que ha suscitado la fascinación de diversos cineastas vascos como Víctor Erice (El espíritu de la colmena, El sur), Montxo Armendáriz (Secretos del corazón) o Arantza Lazcano (Urte ilunak). La película logró una Mención especial del jurado en el apartado de cine infantil en el Festival de Berlín y el Premio del Público del Festival de Cine Español de Nantes.
En el 2004 participó con el corto Manipulación en el film-protesta ¡Hay motivo! y en 2007 estrenó La carta esférica, adaptación cinematográfica de la novela homónima de Arturo Pérez Reverte. Película de ambiente marino surcada por piratas modernos y ávidos buscadores de tesoros fue uno de los éxitos de taquilla del cine español en 2007.
En la 57 edición del Festival de San Sebastián (2009) Imanol Uribe recibió el premio Zinemira, galardón que se otorga en la Gala del Cine Vasco para destacar la trayectoria profesional de una personalidad del cine vasco.