Sculpture

Peine del Viento

El Peine del Viento, conocido erróneamente como El Peine de los Vientos, es un conjunto de esculturas de Eduardo Chillida sobre una obra arquitectónica de Luis Peña Ganchegui, finalizada en 1976. Está compuesto por tres esculturas de acero incrustadas en unas rocas que dan al mar Cantábrico, además de la zona de alrededor, acondicionada con unas salidas de aire y agua que se alimentan de las olas rompientes. La colocación de las tres piezas, de casi diez toneladas de peso cada una, planteó muchos problemas, pues el escultor quería que el entorno se mantuviera intacto. Al final, el ingeniero local José Elósegui, dio con la solución al construir un puente con raíles sobre el mar y resistente a los embates de las olas. El lugar preferido del escultor se convirtió así en emblema de la ciudad y seña de identidad de los donostiarras.