Literary Figures

Pelay Orozco, Miguel

Olarso.

Escritor guipuzcoano, nacido en San Sebastián el 6 de marzo de 1913. Muere en la misma ciudad en 1998.

Su carrera literaria se inició en Caracas, donde residió desde el año 1941 hasta 1951, formando parte del grupo cultural vasco Ekin, integrado por unos cuantos escritores, entonces jóvenes, entre los que figuraban Iñaki de Urreiztieta, Jon Oñatibia, José Estornés, Andoni Arozena, Bitor Elguezabal y otros.

Desde su primer libro, aparecido en 1943, su vocación literaria aparece identificada con una profunda inclinación hacia los temas vascos.

A esta etapa americana pertenecen sus novelas Preludio sangriento (1943), La atracción del crepúsculo (1946), El ritmo de la época (1948) y una producción policiaca titulada Crimen en Los Rododendros, que hasta hoy permanece inédita, así como sus libros de ensayos, estampas y narraciones intitulados Retablo vasco (1946) y A la sombra del Aitzgorri (1951).

De nuevo en su país natal, Miguel Pelay pareció eclipsarse literariamente, permaneciendo varios años en la penumbra. Hasta que en 1962 reapareció con un importante estudio sobre Pío Baroja titulado La ruta de Baroja. Casi simultáneamente vio la luz su primoroso Diálogos del camino. Ambas obras fueron muy bien acogidas, tanto por la crítica como por el público, y bastaron para consagrar a su autor en su propia tierra. Después vendrían El escritor y su brújula (1964); Pórtico euskariano (1966); la trilogía novelesca que lleva el título genérico de Los Pelotaris y que está integrada por Kapero y los dos (1967), Jai-Alai en América (1968) y El último pelotazo (1968); Cuadernos de un solitario (1968) y Las intuiciones de Sotero Bidarte (1970). A estos libros gratos y amenos les sucederían Gran país, difícil país, (1970) y La encrucijada (1971) que, en opinión de José de Arteche, mostraron a un Pelay Orozco "vehemente y polémico, en nada parecido al que conocíamos a través de sus anteriores producciones".

Le siguen Choperena el contrabandista (1973), Baroja y el País Vasco (1974), Palabras, palabras, (1975), Bilinch a los cien años de su muerte (1976), El país y sus problemas (1976), Todos los caminos son válidos (1977) y Oteiza (1978). Libro éste, comprometido y polémico, y que ha valido a su autor muchos elogios y duras críticas.

A partir de 1980 publica Música sembrada (1980), sobre el Orfeón Donostiarra, Los pelotaris (1980), Pelota, pelotari, frontón (1983), Un vasco que honra a su país (1983), Isidoro Fagoaga (1986), Un album entrañable (1986), Una noble dinastía (1986), Las Torres y la Literatura (1987), El País Vasco y los clásicos (1987), Juan Ajuriaguerra (1987) Lo Vasco en Baroja (1989) y Ayer y hoy de un escritor (1992).

Durante su estancia en Venezuela, Pelay Orozco fue colaborador regular de varias publicaciones vascas en el exilio, entre ellas, Euzkadi, de Caracas; Euzko Deya, de México; Gernika, de San Juan de Luz, etcétera. Desde su regreso de América ha colaborado, en euskera y en castellano, en revistas y periódicos, como Zeruko Argia, Jakin, Oarso, Bidasoan, Aranzazu, El Diario Vasco, Deia, Euzkadi, Boletín de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País, Revista Internacional de los Estudios Vascos, y otros. Es colaborador, también, del Boletín Americano del Instituto de Estudios Vascos, de Buenos Aires, y del Journal of Basque Studies, que edita la Society of Basque Studies in America, de Indiana (USA). Ha colaborado igualmente en diversas publicaciones de carácter histórico y bolivariano, de Colombia y Venezuela.

Además de los trabajos citados, destacan en publicaciones colectivas, Euzkadi (volumen editado por el Centro Vasco de Caracas con motivo de sus Bodas de Plata, 1967); Canto a Joxe (Grupo Doctor Camino de Historia Donostiarra, en homenaje póstumo a José de Arteche, 1972); Simposium Arte y Naturaleza (Caja de Ahorros Provincial de Guipúzcoa, 1980); Estudios Vascos de Criminología (Ediciones Mensajero, Bilbao, 1982); Boletín de Estudios Históricos sobre San Sebastián (Grupo Doctor Camino, en homenaje a J. Ignacio Tellechea Idígoras, 1983); El Bolívar de los Vascos (editado por el Gobierno Vasco, 1983); Argazkiak (Caja de Ahorros Municipal de San Sebastián, 1986); Boletín de la Cofradia Vasca de Gastronomía (en homenaje póstumo a José María Busca Isusi, 1986); Revista Internacional de Estudios Vascos (Julio Caro Barojari omenaldia, 1986); Gipuzkoar zantzuak (Caja de Ahorros Provincial de Guipúzcoa, 1986); Oteiza esteta y mitologizador vasco (Sociedad Guipuzcoana de Ediciones y Publicaciones, 1986); Antología poética vasca (Ediciones Vanguardia Obrera, Madrid, 1987); Euskalerria (Lunwerg Editores, Barcelona, 1987); Pío Baroja (Mundaiz, Universidad de Deusto, San Sebastián, 1989); Leizaola, la lealtad del Viejo Roble (Fundación Sabino Arana, 1989); Historia contemporánea n.° 2 (Universidad del País Vasco, 1989).

Ha escrito prólogos y presentaciones para libros de numerosos escritores y artistas, entre ellos, Iñaki de Urreiztieta, Iñaki Linazasoro, José de Arteche, José Berruezo, Angel Cruz Jaka Legorburu, Arantzazu Amezaga, Juan Antonio García Marcos, Ramiro Larrañaga, Julián Ugarte, Emilio Navas, Sancho de Beurko, Mario Angel Marrodán, Yon Oñatibia, Agustín Ansa, Xabier Santxotena, Koro Arandia, etc. Ha dictado numerosas conferencias y ha participado en homenajes, presentaciones de libros, inauguraciones de exposiciones, etc. Ha pronunciado asimismo el Pregón del Certamen Internacional de Masas Corales de Tolosa, correspondiente al año 1990.

En 1948, obtiene el Primer Premio Concurso Literario de la revista Euzkadi de Caracas; en 1972 la Pluma de Oro de la Asociación Guipuzcoana de Escritores y en 1982 el Euzkadi de Plata del Gremio de Libreros de Guipúzcoa. En 1980 fue nombrado Socio de Honor del Orfeón Donostiarra. Es asimismo Miembro Correspondiente de la Academia Nacional de la Historia, de Venezuela; del Centro de Historia del Estado Falcón, de Venezuela; del Instituto Americano de Estudios Vascos, de Buenos Aires (Argentina); y de la Society of Basque Studies in America, de Indiana (USA). Es también miembro de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País; de la Sociedad de Estudios Vascos; del Instituto Cultural Vasco-Argentino Juan de Garay; de la Sociedad Bolivariana del País Vasco, de la que fue su primer presidente y de la Cofradía del Salmón del Bidasoa.