Painters

Ruiz Balerdi, Rafael

Pintor, dibujante y grabador guipuzcoano, nacido en San Sebastián el 5 de mayo de 1934 y muerto en Alicante el 11 de marzo de 1992.

Cursa sus primeros estudios de pintura en la Escuela donostiarra de Artes y Oficios, que amplía en Madrid en la Real Academia de San Fernando y en el Círculo de Bellas Artes (1955-56). En esta época traba amistad con Eduardo Chillida, tomando contacto con las vanguardias artísticas del momento.

En 1955 obtiene el Primer Premio en el XVII Certamen de Artistas Noveles de San Sebastián. En 1956 realiza varios murales para la Universidad Laboral de Tarragona. Ese mismo año marcha a París por primera vez, matriculándose en la École du Louvre y conectando con las tendencias más avanzadas del arte europeo. En 1957 se hace acreedor al Primer Premio del XVIII Certamen de Artistas Noveles, y en 1958 al Premio de la Diputación del VIII Certamen de Navidad de la capital guipuzcoana. Participa este año en la sección de "Pintores Jóvenes" de la XXIX Bienal de Venecia y en la Pittsburgh International Exibition del Carnegie Institute.

En la Navidad de 1959 toma parte en San Sebastián en la Exposición de los Diez, muestra colectiva que supuso una ruptura con el panorama artístico del momento. En 1960 regresa a París, donde reside durante un año, conociendo la obra de los abstractos americanos. En 1961 realiza su primera exposición individual, en la galería Darro de Madrid, e interviene en una colectiva en la galería Berta Schaeffer de Nueva York y en la Primera Exposición de Arte Actual de San Sebastián.



En 1962 recibe el premio Pintura Joven del Ateneo Guipuzcoano. A finales del mismo año se traslada a vivir a Madrid, donde en diciembre expone individualmente en la Sala Nebli. Realiza trabajos sobre cine experimental y estudia grabado con Dimitri Papageorgiu.

En 1966 funda junto con Mendiburu, Eduardo y Gonzalo Chillida, Sistiaga, Amable, Oteiza, Basterrechea y Zumeta, el grupo Gaur, de tanta importancia en la historia del moderno arte vasco, celebrándose la primera exposición en la donostiarra galería Barandiarán. En 1970 expone en Madrid, Birmingham (Alabama, USA) y en la muestra Pintores y Escultores Vascos de México. En 1971 presenta su obra en Nueva York, y, al año siguiente en la exposición Arte Vasco Actual de Pamplona. En 1973 regresa a San Sebastián y realiza una muestra individual en las Salas Municipales de Cultura Ezkurdi de Durango.

Durante 1974 una gran exposición retrospectiva de su obra recorre los museos de San Telmo de San Sebastián, Bellas Artes de Bilbao, pabellones de arte de la Ciudadela de Iruña y las salas de la Dirección General de Bellas Artes de Madrid. A partir de este momento y hasta 1978 trabaja con niños en talleres de pintura en las escuelas nacionales de Lasarte, Andoain y Herrera. En 1976 expone junto a Chillida en Zarautz, donde volverá 3 años después en solitario.

En 1980 presenta sus obras en Durango, Bilbao y Zarautz, entre ellas las primeras experiencias sobre papel con tizas. El verano del año siguiente expone en Stuttgart, y, en 1982, en Biberach, Madrid, San Sebastián y Barcelona. Durante la década de los 80 expone en Bilbao, Nantes, París y San Sebastián (1983); Murcia, Pamplona, Zarautz, Valencia y Zaragoza (1984); Bilbo, Oviedo y San Sebastián (1985); Frankfurt y Mahón (1986); Frankfurt y San Sebastián (1988); Zarautz (1989) y Madrid (1990).

Como muralista destacan sus obras del Auditorium de la Orquesta de Euskadi y de la Kutxa de la capital guipuzcoana.

Poseen obra suya, además de numerosas colecciones públicas y privadas, los museos de San Telmo, de Bellas Artes de Bilbao, provincial de Vitoria, Museo de Cáceres y Museo Español de Arte Contemporáneo de Madrid.

De Balerdi dice Javier Viar (1987):

"Puede hablarse de la pintura de Balerdi como de una de las más relevantes experiencias postinformalistas. Nacida de la indagación, se plantea en su desarrollo como una vía de conocimiento en que las formas y las imágenes, los colores y las tensiones del espacio surgen en una obsesiva investigación donde caben igualmente el azar del gesto y la observación detenida, a veces microscópica, de la realidad. Emparentado con todos aquellos pintores que han tratado de describir la forma mediante elementos grafistas o puntillistas. Colorista violento, dibujante extraordinario, sus últimas obras participan de tal atormentamiento que es difícil evadirlas a la referencia miguelangelesca. La obra de Balerdi está marcada por el sello de las grandes utopías y de las experiencias llevadas al límite".

Iñaki Moreno Ruiz de Eguino, por su parte, señala (1992): "Su obra es el fruto de una abstracción y ensimismamiento absolutos, donde el artista dialoga con su obra manifestando su visión de un mundo cargado de aromas y esencias, donde la forma rígida no es capaz de resistir. Fue uno de los grandes creadores plásticos de nuestro tiempo, artista fundamental en la pintura abstracta vasca".