Syndicates

Sindicato de la enseñanza STEE-EILAS

 

El surgimiento del sindicato de la enseñanza STEE-EILAS debe contextualizarse en el efervescente escenario socio-político de la transición, caracterizado por la emergencia de un movimiento de profesores unitario, participativo y asambleario.

Surgido para para hacer frente a la carencia de instrumentos organizativos que lo vertebraran. Un proceso de organización más necesario aún si cabe, si se tiene en cuenta el contexto de una previsible reforma del Régimen franquista que conduciría a la puesta en marcha de un sistema de representación sindical en la enseñza. Esta cuestión explica una dinámica emergente desde la base que sirve de sustrato para un lento proceso de convergencia de diversas estructuras territoriales de una parte, y sectoriales (Formación profesional, EGB, EPP y universidad) de otra a escala vasca, pero en estrecha relación con unos procesos de convergencia similares a nivel estatal.

Como recuerda Serrano Olmedo (2003: 5), la puesta en marcha de los Sindicatos de los Trabajadores de la Enseñanza (STEs) viene marcada por tres elementos: la práctica del asamblearismo, la búsqueda de la unidad y la elaboración de alternativas para la mejora de la enseñanza:

"nacimos del fuerte movimiento asambleario que se desarrolla en la enseñanza en los últimos años del franquismo, nacimos frente al verticalismo oficial y organizaciones corporativas; nacimos sintiéndonos parte de la clase trabajadora y, por lo tanto, herederos y continuadores del sindicalismo que fue masacrado en la sublevación franquista. (...) Nacimos y nos desarrollamos con una marcada tendencia unitaria en el sector de la enseñanza, frente a los compañeros y compañeras que prefirieron conformar las federaciones de enseñanza de otros sindicatos. El rechazo más radical a la dictadura y a su escuela como parte de la ideología de las personas fundadoras de los STEs, cuajó en la elaboración, tras múltiples y largos debates, de una alternativa a la enseñanza.

Efectivamente, ya desde mediados de la década de los 70 se observan los primeros pasos de este proceso auto-organizativo, con el inicio de contactos entre profesionales de los diversos sectores del ámbito educativo, que fructifican con la convocatoria de una huelga de la enseñanza en Euskadi y Galicia a finales de enero de 1976, a la que pronto se suman el resto de comunidades del Estado, y que se prolongará hasta finales de febrero. Esta movilización, que refleja la capacidad de respuesta laboral en el ámbito educativo, sirve a su vez de acicate para un proceso de convergencia entre diversas coordinadoras hasta ese momento débilmente vertebradas, que fructifica con la puesta en marcha de una Coordinadora de Enseñanza a nivel estatal. Esta coordinadora convocará numerosas huelgas tratando de forzar al Ministerio de Educación y Ciencia a la negociación sobre el sistema educativo, destacando la movilización de cerca de 100.000 trabajadores en noviembre de 1976 (Jimenez & Marrero, 2003).

A lo largo de todo este proceso, desde las coordinadoras de maestros se va perfilando paulatinamente su estrategia en aras de estabilizar su estructura. Así, pronto se abandona la apuesta por organizarse a través de la fórmula de los Colegios Profesionales, con lo que la elección de representantes provisionales en los centros se une a una estructura basada en asambleas que concreta el primer embrión de un sindicato estrechamente relacionado con otras estructuras de base conformadas en los diversos sectores de la enseñanza (delegados, enlaces. de centro, coordinadoras de PNNs de BUP y de Universidad,...). En este contexto, el modelo sindical de las coordinadoras comienza a perfilarse como una alternativa a la propuesta pluralista de UGT (centrada en la creación de organismos estables con aparatos que tuvieran capacidad de decisión más allá de las asambleas) y a la propuesta dualista de CCOO (asentada en un intento de equilibrio entre su estructuración como movimiento/organización de una parte y su lógica de acción unitaria/plural de otra). Finalmente, la Asamblea Intersectorial de las Coordinadoras, celebrada en octubre de 1977, define las características comunes de estos grupos en base a su definición como sindicatos de clase, unitarios, independientes, socio-políticos, asamblearios, reivindicativos y autónomos. Se establece, así, que la unidad estatal de STEs debería conformarse partiendo de "la autonomía de los sindicatos provinciales, regionales o de nacionalidad".

Estos principios se reflejan en el proceso de vertebración de las diversas organizaciones sectoriales provinciales en Euskadi y Navarra. Así, los "Estatutos del Sindicato de Trabajadores de la enseñanza de Bizkaia - sector de enseñanza privada" (STE, 1977a) ya establecen como características definitorias su carácter democrático, de trabajadores, unitario (lo que posibilita que el sindicato se abra a "todos los trabajadores con independencia de sus opiniones políticas, religiosas, sindicales o filosóficas"), independiente del Estado, los partidos políticos y la patronal, solidario "con los demás trabajadores de Euskalherria, del Estado y del mundo entero" y asambleario. Entre sus objetivos se aboga por la defensa de los derechos de los trabajadores de la enseñanza, la participación de estos en la enseñanza "junto con los demás sectores sociales implicados en la elaboración y aplicación de la política educativa en Euskadi", la consecución de una enseñanza "gratuita, obligatoria y democrática y científica y de calidad para todos los ciudadanos, y financiada por el Estado".

De igual forma, ya desde este primer momento está presente en los escritos de STEE-EILAS su apuesta por la profundización del marco diferencial vasco. Una voluntad que aunque en un primer momento se concreta en el apoyo al proceso estatutario, con la entrada de los 90 se transformará en una decidida apuesta por el soberanismo, aunque con un perfil específico que introduce algunos matices a las propuestas de la mayoría sindical vasca conformada por ELA y LAB. En este sentido, se debe subrayar que la militancia que conforma en sus orígenes STEE-EILAS asume los postulados de ciertos sectores políticos vascos que van a priorizar el componente de clase sobre el nacional, lo que en la práctica se concreta en una estructura organizativa específica para Euskadi y Navarra, pero estrechamente vinculada a otras organizaciones de izquierdas e internacionalistas del Estado. Esta perspectiva sitúa a STEE-EILAS en sus orígenes en una posición intermedia respecto de otras organizaciones que como ELA y LAB asumen únicamente el marco sindical vasco, de una parte; y respecto de otras que como UGT y CCOO priorizan su estrategia estatal, de otra.

Así, en el texto recién citado, STE Bizkaia, sección "privada" de Bizkaia, asume que entre sus objetivos está una apuesta "por el fomento de la lengua y la cultura vasca, contribuyendo con decisión a su desarrollo". De igual forma, estos estatutos avanzan la estrategia de vertebración posterior a escala vasca, pero también su vinculación con otros STEs del Estado, en la medida en que se marcan como objetivo conseguir la unidad de todos los trabajadores de todos los sectores para avanzar en la constitución de

"un sindicato o federación o confederación de sindicatos de trabajadores de la enseñanza de Euskalherria (Alava, Guipuzcoa, Navarra y Vizcaya), promoviendo la solidaridad y unidad con el resto de trabajadores del Estado".

Sobre estos principios, durante los primeros meses de 1977 se van legalizando paulatinamente los STEs de los diversos sectores en cada una de las cuatro provincias vascas, hasta que a finales de 1977 se conforma la Coordinadora Nacional Provisional y el Secretariado Nacional provisional de la Confederación de Sindicatos de Trabajadores de la Enseñanza de Euskadi, entre cuyas atribuciones destaca la organización de un Congreso Fundacional (STE, 1977b). Para ese momento, el balance sobre la situación sindical destaca una desigual, pero a grandes rasgos, significativa implantación de las estructuras territoriales que finalmente confluirían en STEE-EILAS. Así, se apuntan (STE, 1977c) unos datos de pre-afiliación importantes en el caso de EGB (379 pre-afiliados de 900 maestros en Alava, 800 en Navarra, 190 en Gipuzkoa y 400 en Bizkaia). Este balance también destaca la existencia de diversas sensibilidades en la sección navarra en relación con la futura vertebración a escala vasca. No obstante, tal y como apuntan, el Congreso Provincial se zanja con el triunfo de las posturas de quienes apuestan por coordinarse con el resto de organizaciones de Euskadi. Finalmente, a finales de diciembre de 1977 se celebra el Congreso Confederal que da carta de nacimiento a STEE-EILAS.

Como recoge el informe del Secretariado en la introducción al II Congreso,

"el I Congreso Confederal fue el congreso constituyente de STEE-EILAS; en él, conseguimos avanzar en uncamino de combate contra las ideas de tipo sectorialista y provincialista, dando el primer paso para configurarnos como Sindicato Nacional (...) Con el primer Congreso aparecimos como alternativa sindical unitaria democrática, asamblearia, de clase para los trabajadores de la Enseñanza de Euskadi"

(STEE-EILAS, 1979).

No obstante, las actas de este encuentro también reflejan la existencia de tensiones internas derivadas de su participación en estructuras estatales. Estas tensiones, obligan a un juego de equilibrios que se ve reflejado en los estatutos. Así, de una parte, el artículo 3 define como ámbito territorial las provincias de Alava, Gipuzkoa, Bizkaia y Navarra; en el 7. d se caracteriza como "sindicato nacional", lo que supone que

"partiendo de las condiciones existentes en nuestra nacionalidad" STEE-EILAS "lucha por el reconocimiento de los derechos nacionales de Euskadi y por su autogobierno. Entiende que dicha lucha está unida a las reivindicaciones económicas y sociales de los trabajadores".

Más explícitamente, en la Ponencia "Alternativa Sindical" se subraya que la apuesta por el reconocimiento de los derechos nacionales y democráticos de Euskadi incluye, además de una labor de normalización lingüística del euskara, "una verdadera autonomía con poderes reales y con la inclusión de Navarra" y exigen "el reconocimiento del derecho de autogobierno para Euskadi." En cualquiera de los casos, en la medida en que STEE-EILAS apuesta por el "estrechamiento de lazos de unidad y solidaridad con los pueblos de las nacionalidades, países y regiones de todo el Estado" es comprensible que el artículo 6 de sus estatutos especifique que este sindicato "estará confederado con organizaciones del mismo signo a nivel estatal".

Este congreso, además de definir sus objetivos, formas de organización y principios fundacionales, también sirve para que STEE-EILAS explicite de forma clara su compromiso por un modelo de enseñanza basado en la autonomía educativa de la Escuela Pública Vasca "que debe responder a la realidad socio-cultural y política de (...) Euskadi sur y a su vez debe ser gestionada por los trabajadores y el pueblo vasco". Más concretamente, su apuesta por la gestión democrática de la educación se sustenta en la propuesta de creación de un Consejo Escolar de Euskadi "que debe dirigir todo lo relacionado con la enseñanza" y debe ser "el órgano de participación y control de los sectores relacionados con la enseñanza en la marcha de la misma". Una propuesta de gestión participativa, que STEE-EILAS extiende a los niveles provinciales, comarcales, de municipio o incluso de barrio "si los servicios escolares necesarios para el barrio son lo suficientemente numerosos".

30 años después de su fundación, STEE-EILAS sigue manteniendo entre sus principios ideológicos su definición como sindicato nacional. Sin embargo, en la actualidad, esta caracterización se ha concretado en una consecución de "la soberanía de Euskal Herria". Esta nítida toma de posición soberanista se acompaña de una cierta toma de distancia con respecto del resto de STEs del Estado con lo que en la actualidad STEE-EILAS no forma parte de la federación estatal de STEs, aunque conserva una fuerte vinculación, desde su autonomía, a través la denominada Carta de Relación que también vincula al Sindicato de la enseñanza de Cataluña con la Unión Confederal de STEs (UCSTE).

Esta nueva caracterización encuentra su punto de partida en la estrategia de colaboración con ESK, ELA y LAB que asume el sindicato a partir de 1996. De igual forma, STEE-EILAS ha participado en otras iniciativas orientadas a la resolución del conflicto político, tales como la firma del Acuerdo de Lizarra-Garazi y el Acuerdo Democrático de Base impulsado por el Foro de Debate Nacional - Eztabaidagunea. A este respecto, STEE-EILAS considera que "a Euskal Herria le corresponde el derecho de escoger el marco jurídico-político que considere en tanto que pueblo o nación". En cualquiera de los casos, para STEE-EILAS, la base de este derecho no está tanto en cuestiones históricas, culturales o lingüísticas, como en la simple voluntad democrática de los ciudadanos y ciudadanas vascas. STEE-EILAS apuesta por el reconocimiento del derecho de autodeterminación como forma de concrección de su estrategia soberanista, aunque respetando la pluralidad vasca, ya que en la medida en que "no pueden obviarse las situaciones diversas de nuestro pueblo", frente al modelo defendido por la izquierda abertzale oficial, consideran que "no se puede profundizar en los derechos democráticos si a la vez, este profundizamiento no se apoya en el respeto a los deseos de la mayoría de las personas de cada uno de los territorios". En paralelo, desde este sindicato se apuesta por el reconocimiento no solo de los derechos colectivos, sino también de los derechos individuales, lo que se explicita en un nítido rechazo a la violencia de ETA.

A su vez, desde STEE-EILAS se explicita de forma clara un rechazo contundente a las estrategias neoliberales, en sintonía con los postulados de LAB y ELA. Es comprensible, en consecuencia, que STEE-EILAS trabaje de común acuerdo con estas organizaciones en una unidad de acción concretada en las ultimas huelgas protagonizadas por la mayoría sindical. Además, este sindicato está presente en diversas dinámicas sociales, participando en movimientos internacionalistas y de lucha contra la exclusión social.

Actualmente, para STEE-EILAS sigue siendo prioritaria la lucha por sistema educativo público propio, asentado en la promoción de la pluralidad, la igualdad, la compensación, la solidaridad y la co-educación, como base para que la educación pueda estar "al servicio de la sociedad". De forma más específica, su apuesta pasa por la euskaldunización de la sociedad; por la consecución de un curriculum propio ajustado a las expectativas y necesidades de la sociedad vasca; por un modelo laico de enseñanza; por una organización del sistema educativo y de sus centros a través de un sistema en red; por la cohesión de todo el sistema educativo sobre la base de una lógica que se asiente en la vertebración de centros dotados de autonomía; por la renovación de los contenidos a partir de las demandas y necesidades sociales en clave cohesionadora; y por la capacitación para que todos los agentes implicados puedan participar en la definición y gestión de la enseñanza en las diversas escalas.

Con 5000 afiliados y afiliadas, STEE-EILAS se vertebra a través de una organización definida por el Congreso, órgano de decisión máximo. En el IX congreso celebrado en 2009 participaron 142 delegados de Alava, Gipuzkoa, Bizkaia y Navarra, elegidos por un sistema proporcional en los diversos sectores: enseñanza pública (87 delegados), privada (10), laborales (6), Educación Infantil (6), PAS universidad (6) y Profesores de Universidad (7), a los que se suman los 20 miembros de la Secretaría nacional. El Consejo Nacional es el encargado de concretar las líneas de actuación definidas por el Congreso y supervisar la actuación de la Secretaría Nacional y de la Comisión Permanente Nacional. Está conformado por 72 delegados, representantes de los 4 territorios (11 de Alava, 38 de Bizkaia, 15 de Gipuzkoa y 8 de Nafarroa). Se reúne cada 3 meses. La Secretaría Nacional es el órgano de dirección, gestión y coordinación del que forman parte todos los sectores. Se encarga de poner en marcha las orientaciones socio-políticas y sindicales del Congreso y del Consejo Nacional. Está constituída por 21 miembros, 13 de ellos elegidos en el Congreso, una en representación de la Secretaría de Mujer y los 7 miembros de la Comisión Permanente Nacional. Esta última es la encargada de la gestión cotidiana de la estrategia sindical, de la representación pública del sindicato y de la relación con otras organizaciones. Su composición debe garantizar la presencia de algún delegado de cada territorio, y como mínimo 3 de sus componentes deben ser mujeres. Además, STEE-EILAS cuenta con una Secretaría para cada uno de los sectores de enseñanza pública, privada, laborales, infantil y personal de Administración y servicios.

Recientemente, STEE-EILAS ha emergido como segunda fuerza en el ámbito de la enseñanza, lo que confirma una tendencia que venía marcada por un incremento del 16% en su afiliación en el periodo 2006-2009. Así, en las elecciones sindicales de febrero de 2011, STEE-EILAS ha sido la fuerza más votada en el ámbito del profesorado no universitario, habiendo superado, con 30 delegados (5 más que en las anteriores elecciones) al resto de centrales (LAB, con un incremento de 4 delegados, suma 24; CCOO, con una bajada de 9, asciende a 22 delegados; ELA, sube 1 representante hasta alcanzar 19; UGT pierde un delegado, sumando 4). De igual forma, STEE-EILAS ha experimentado un incremento de 700 votantes con respecto a 2007, a pesar del significativo descenso de la participación. A su vez, mantiene su tercera posición en el colectivo de personal laboral docente y educativo, con un delegado más que en 2007 (STEE-EILAS 10 delegados/as, LAB 18, ELA 13 y CCOO 6). En la universidad, STEE-EILAS es la segunda fuerza, y junto con LAB, son los únicos sindicatos que han subido en votos (STEE-EILAS 19 delegados/as (-1), LAB 23 (+6), CCOO 16 (-4), ELA 13 (-1), UGT 13 (=), CSIF 2 (=).

A juicio de este sindicato, estos resultados

"son la respuesta a la vía de la imposición que ha escogido el Departamento de Educación: recortes, un acuerdo perjudicial firmado sólo por CCOO y UGT, el colectivo de laborales sin convenio, política educativa unilateral sin consenso (marco trilingüe, educación "para la paz", euskara etc.)".

Desde su perspectiva, la crisis financiera está sirviendo de excusa para un desmantelamiento del modelos público de enseñanza ante el que el sector ha sabido reaccionar:

"Estos resultados electorales dejan claro el hartazgo y la protesta de los trabajadores y trabajadoras de la enseñanza, deberían hacer reflexionar al departamento de educación y a algunas opciones sindicales. STEE-EILAS sale reforzado nuevamente de las elecciones, seguiremos defendiendo, como hasta ahora, la enseñanza y la educación pública y las condiciones laborales de quienes trabajamos en ella".