Concept

Anteiglesia

En Bizkaia, recibían el nombre de ante-iglesias los 105 pueblos que constituían, en el orden político, la parte más importante de Bizkaia. El territorio sobre el que se erigían se llamaba Tierra llana o infanzonado no porque el suelo topográficamente fuera llano sino porque sus habitantes eran de una misma condición jurídica y social. La población de la tierra llana o infanzonado estaba dispersa en caseríos, situados a distancia unos de otros, cada uno con sus tierras o pertenencias alrededor; y como no se distinguían las jurisdicciones de los pueblos a los que pertenecían y el aspecto que presentaban era casi igual en todas partes, se creía con frecuencia que dos o más constituían un sólo pueblo o viceversa. La división eclesiástica tampoco correspondía con la civil, ya que había parroquias que no comprendiendo a todo el pueblo en que se hallaban situadas, comprendían algunas veces a parte de otros, de manera que tanto en lo civil como en lo eclesiástico, se verificaba una mezcla de jurisdicciones. El infanzonado estaba dividido en siete merindades que agrupaban los siguientes pueblos.

La merindad de Uribe comprendía las ante-iglesias de Derio, Lezama, Morga, Zamudio, Barrica, Begoña, Berango, Erandio, Fica, Frúniz, Gámiz, Gaúca, Lauquíniz, Lemóniz, Galdácano, Lejona, Lujua, Meñaca, Munguía, Urdúliz, Guecho, Sondica, Sopelana, Maruri, Zarátamo, Baquio, Abando, Alonsótegui, Deusto, Baracaldo, Echévarri, Basauri, Arrigorriaga, Arrancudiaga, Zollo, Aracaldo y Górliz.

La merindad de Busturia estaba compuesta por estas ante-iglesias: concejo de Ajánguiz, Amoroto, Arbácegui, Arrazua, Arteaga, Bedarona, Cortézubi, Ereño, Forua, Guizaburuaga, Luno, Mendata, Mendeja, Murélaga, Murrueta, Navárniz, Nachitúa, Ibarranguelua, Ispáster, Busturia, Pedernales, Mundaca, Múgica, Arneta, Berriatúa, Cenarruza y Elanchove.

En la merindad de Arratia y Vedia se hallaban las ante-iglesias de Santo Tomás de Olabarrieta o Ceberio, Ceánuri, Dima, Yurre, Lemona, Vedia, Casúllo y Elejabeitia, Aránzazu y Ubidra.

La merindad de Marquina sólo contaba con las ante-iglesias de Jemein y Echevarría, y la de Zornoza con las de Amorebieta, Gorocica, Ibárurri y Echano. En las Encartaciones se hallaban el concejo de Güeñes, el valle de Trucíos, los concejos de Galdames; Zalla y Sopuerta, los valles de Arcentales, Gordejuela y Carranza; Santurce, Sestao y San Salvador del Valle, comprendidos bajo la denominación genérica de Tres Concejos; y San Pedro de Abanto, Santa Juliana de Abanto, San Julián de Musques y San Román de Ciérvana, a los cuales, unidos, se daba el nombre de Cuatro Concejos.

Por último, en la merindad de Durango se comprendían las ante-iglesias de Abadiano, Apatamonasterio, Arrázola, Axpe, Garay, Mallavia, Mañaria, Yurreta, Zaldúa o Zaldívar, Bérriz e Izurza. La Ante-iglesia de San Agustín de Echevarría, perteneciente al Duranguesado, se incorporó a la villa de Elorrio.

Tocante a su organización interna, antiguamente hubo en todas las merindades alcaldes de fuero pero luego éstos quedaron confinados a las de Arratia, Vedia, Uribe y Busturia solamente. Estos alcaldes tenían una jurisdicción bastante restringida ya que sólo se extendía a lo contencioso en materias civiles, de las que conocían en primera instancia acumulativamente con el corregidor del Señorío y su teniente de Guetaria, que eran los jueces ordinarios del infanzonado en lo civil y en lo criminal. Cada anteiglesia tenía uno, dos y tres fieles regidores, según su importancia. Se elegían o sorteaban anualmente y venían a ser una especie de jueces pedáneos del corregidor y de su teniente de Guernica. Presidían los ayuntamientos, corrían con la recaudación de los propios y arbitrios municipales, autorizaban festejos públicos, y tenían a su cargo otros cometidos peculiares a la administración de cada pueblo. Se reunían los días festivos después de celebrada la misa mayor en las casas del concejo o en los pórticos de las iglesias, de donde viene la palabra anteiglesia. Aun cuando las ante-iglesias son, en general, los pueblos más pequeños del Señorío, tienen recuerdos históricos tanto o más importantes que los de las villas. La historia antigua de Vizcaya les pertenece exclusivamente y, aun en la edad media, compiten con los pueblos fundados de nuevo cuño.

Ref. Juan E. Delmás. "B. S. V.".