Judío rico de Tudela, hijo de D. Juce. En 1340 prestó, sin usura alguna, a Sancho Sánchez de Medrano, señor de Sartaguda, y a otros caballeros de Navarra, 300 libras, debiéndoselas pagar para la fiesta de San Juan, y que no verificándolo corriese desde entonces el rédito de 5 por 6, esto es el 20 por ciento. En 1341 prestó también a D. Juan Martínez de Medrano, señor de Sartaguda, 322 libras de sanchetes. En el mismo año, Judas, hijo de D. Ezmel, prestó al señor de Sartaguda 450 robos de grano. En el mismo año, D. Ezmel prestó a dicho señor de Ablitas 120 libras con el interés del 20 por ciento. En 1342 había muerto D. Ezmel: Per Yeneguiz de Ursue, vecino de Tudela, y Ezmel de Ablitas, fueron sus cabezaleros: el primero hizo cierto convenio con las gentes del rey (no dice la causa) y ambos cabezaleros se obligaron a que todos los bienes de D. Ezmel difunto, así muebles como dinero contante, tazas, copas, picheres, tailladores, escudillas y demás alhajas de oro y plata, y otras cosas, fuesen entregadas por inventario a las personas a quienes se les mandase. El judío Ezmel, uno de los cabezaleros, hizo en su razón el juramento siguiente: Yo, Ezmel, juro en esta santa ley, en el nombre de Israel á entendimiento de Dios é del seiñor rey, é de vos, arzobispo de Sans (era gobernador del Reino), que le haría saber todos los bienes que tenía D. Ezmel a la hora de su muerte, y todos los que le correspondían; y que guardaría el acuerdo hecho por Per Yeneguiz con el rey. Funes, Ezmel de Ablitas, juró también, sobre el libro de Moisés, en nombre de Dios y de Israel, a entendimiento de Dios, que tendría en secreto y no revelaría a ninguno, en cuatro años pasados, el acuerdo hecho con el rey por Per Yeneguiz de Ursue y Ezmel, nieto de D. Ezmel. En el mismo año dio comisión el rey a Pierre Medi, clérigo de la reina, para recibir todas las deudas y bienes que fueron de D. Ezmel de Ablitas. Parece que la causa de haberse apoderado el rey de los bienes del judío D. Ezmel, fue la de ser deudor al real patrimonio, porque en 1343 la reina D.ª Juana mandaba continuar la ejecución contra los bienes de Ezmel de Ablitas por las deudas que tenía contra sí y a favor de la Seinoría (el rey). El rey de Aragón debía a la herencia de D. Ezmel de Ablitas 60.000 sueldos, o 3.000 libras barcelonesas, las cuales fueron admitidas por dicho rey, en 1345, en cuenta del dote que los reyes de Navarra habían prometido a la reina D.ª María su hija, mujer de aquel. Ref. José Yanguas y Miranda