Militarrak

Navarro, Pedro

Conde de Oliveto.

Militar navarro; general mercenario de mar y tierra al servicio de Fernando el Católico y posteriormente de la corona de Francia. Inventor e introductor del uso de minas explosivas terrestres en el asalto a fortificaciones. Nacido probablemente en Garde (Roncal) hacia 1460 y muerto en Castel Nuovo (Nápoles) en 1528, siendo su verdadero apellido el de Bereterra.

Se trasladó joven a Italia, donde figuró, con el nombre de Pedro Roncal, adscrito a la Casa del cardenal Juan de Aragón hasta octubre de 1485. En 1487 participa como soldado en las filas florentinas en la guerra habida entre Florencia y Génova por la posesión de Serezana. Marchó a Nápoles y entró al servicio de Antonio Centelles, marqués de Cotrón, donde inició el aprendizaje como marino. Durante algunos años navegó por el Mediterráneo en las naves de Cotrón, quien tenía patente de corso extendida por Nápoles para defender el litoral italiano de los turcos. Practicó el corso y fue llamado "Roncal el Salteador". El año 1499 fue herido por una nave portuguesa. Llegado a Aritanecchia en 1500, figurará, con el nombre de Pedro Navarro, junto a Gonzalo de Córdoba en las luchas navales contra el poder turco.

En 1500 participó al frente de cuatro naves vizcaínas en el asalto de la isla de Cefalonia, donde destaca por primera vez en el manejo de explosivos volando el castillo de San Jorge con minas de pólvora. Participa en las campañas de Italia contra los franceses y en los sitios de Canosa, Tarento y Ceriñola, donde dirigió la artillería. En 1503 consigue romper, con sus ingenios militares, la defensa de Nápoles, que cae en poder español. Por estos éxitos es creado conde de Oliveto (Alveto en los Abruzzos), por Fernando el Católico. Al morir Felipe el Hermoso, Fernando el Católico intenta hacerse con el gobierno de Castilla y declarará incapaz a su hija Juana. La nobleza castellana se rebela contra Fernando de Aragón, quien manda a Navarro sofocar el levantamiento. Venció en 1507 éste al señor de Belmonte en Burgos, al duque de Nájera y al conde de Treviño en La Rioja, y les obligó a prestar obediencia al rey aragonés.

En 1508 inicia las campañas en las costas africanas como capitán general y toma el Peñón de Vélez de la Gomera. Al año siguiente acompañó al cardenal Cisneros en calidad de lugarteniente a la toma de Orán. A pesar de las diferencias entre Navarro y el cardenal, la expedición resultó un éxito. El año 1510 toma Bugía y la fortificó; el 24 de julio del mismo año conquistó Trípoli y Túnez; fracasó rotundamente al intentar someter la isla de Los Gelves. En 1512 la Liga formada por España. Venecia y los Estados Pontificios declaraba la guerra al rey de Francia. Navarro fue nombrado capitán general de la infantería española bajo órdenes de Ramón Cardona y Requesens, gobernador de Nápoles y virrey de Sicilia. El 2 de abril de 1512 tuvo lugar el encuentro en Rávena, constituyendo una de las batallas más sangrientas de la guerra. Las tropas aliadas fueron derrotadas por los franceses al mando de Gastón de Foix, el virrey huyó y el lugarteniente de la caballería Coloma fue hecho prisionero. Navarro intentó reservar la infantería hasta el último momento, pero se vio obligado a emprender la retirada durante la cual fue herido y resultó apresado por los franceses.

El rescate exigido para su liberación por su captor, el caballero de Labrit, fue de veinte mil escudos y la corona española se negó a pagarlo. Permaneció durante tres años preso hasta que Francisco I de Francia pagó el rescate incorporándolo a sus tropas de las que le nombró general. Navarro comunicó a Fernando el Católico la decisión de servir a la bandera francesa, devolvió el condado de Oliveto que pasaría a manos del virrey Cardona y renunció a la patente de general español. Intervino en las campañas italianas de Francisco I. Tomó Milán y puso sitio a la ciudad de Brescia defendida por españoles, que tardó seis meses en rendirse. Desde la paz de Noyon (1516) entre Francisco I y Carlos V permanece ajeno a actividades bélicas hasta que, en 1522, lucha en Italia en auxilio del almirante Lautrec contra las fuerzas españolas. El rey francés envía a Navarro con refuerzos a Génova donde sería hecho prisionero por segunda vez (1523). Puesto en libertad tras del Tratado de Madrid de 1526, al formarse una nueva Liga compuesta por el papa, Venecia, duque de Milán y Francia contra el emperador Carlos V, pasa a incorporarse a las filas de Francisco I.

Tiene el mando de diecisiete galeras francesas que habían de combatir junto a catorce venecianas y seis pontificias dirigidas éstas por Andrea Doria. La escuadra conquistó Savona y atacó Génova. En enero de 1528 se puso al frente de las tropas galas y tomó Melfi, Rocca y Ventosa y consiguió cercar al ejército imperial en Nápoles. El sitio se prolongó durante varios meses sin que los cercados se decidieran a rendirse. La situación para los sitiadores comenzó a agravarse con el brote de una epidemia que diezmó considerablemente sus filas. Finalmente tuvieron que retirarse. Detenido y confinado en Castel-Nuovo, muere Pedro Navarro en octubre 1528. Según consigna Yanguas, en su epitafio, mandado poner en Santa María la Nueva de Nápoles por el duque de Sessa, es llamado "Petri Navarri Cantabri".