Gobernador de Guipúzcoa en tiempos de la Segunda República española. En 1934, al surgir el conflicto entre los ayuntamientos vascos y el poder central, propuso la siguiente fórmula de solución:
"Que a las Comisiones Gestoras se incorporen los tres alcaldes de las capitales de provincia para todos los asuntos que se refieren al Concierto Económico con facultades para convocar en caso de extrema necesidad a los municipios vascos. Que el ministro de Gobernación hará una declaración que consistirá en que a la mayor brevedad convocará elecciones provinciales".
La Comisión interina de Ayuntamientos examinó dicha fórmula y la rechazó. En la Asamblea de Zumarraga (2 de septiembre de 1934), la fuerza pública mandada por él ocupó el salón de sesiones, impidiendo el que ninguno de los concejales o alcaldes pudiese hacer la menor manifestación. Sin embargo, José Antonio Aguirre escribirá:
"Pero en honor a la verdad he de advertir, que la actitud del señor Muga fue la más prudente que dada la excitación podía exigírsele a gobernante alguno".
La fórmula transaccional que propuso y, en general, su actitud moderada le merecieron también los elogios de Euskadi y Tierra Vasca.
Ref. J. A. Aguirre: Entre la libertad y la revolución, Bilbao, 1935.