Kontalariak

Ladrón Arana, Alberto

Escritor en euskera, nacido en Pamplona en 1967, en el seno de una familia con un solo miembro vascoparlante: un abuelo del escritor.

Licenciado en Filología. Decidió aprender euskera cuando tenía 20 años. En el año 2001 logró el primer premio en el certamen de novela Ciudad de Irun, instituido por la entidad financiera Kutxa. La obra, Itzalaren baitan, fue editada ese mismo año por Kutxa. El autor trabajaba esa época como bedel de la Universidad Pública de Navarra, aprovechando parte de su tiempo en la lectura de narrativa fantástica, siendo su autor favorito Tolkien. Precisamente empezó a escribir en euskera intentando hacer algo similar.

Itzalaren baitan recrea dos escenarios: una aldea en la que pervive la magia y un Imperio en el que está prohibida. El protagonista, Jon, irá desde el Imperio a la aldea y se le aparecerá un ser mágico.

Previamente, en los años 1999 y 2000, Ladrón había conseguido premios en los certámenes de nuevos autores del Ayuntamiento de Pamplona. Los trabajos premiados se titulaban Zurrumurruaren estrategia y Traidorea.

En el año 2002 consiguió quedar en segunda posición en el Premio Tene Mujika de cuentos, instituido por el Ayuntamiento de Deba (Gipuzkoa). La narración breve se titulaba Betiereko itzulera, y pertenecía también al género fantástico. Ese mismo año se impuso en el Premio Augustin Zubikarai de novela breve en euskera, instituido por el Ayuntamiento de Ondarroa y la editorial Elkar, gracias a la narración Xake mate, ambientada en la Alemania de los años siguientes a la II Guerra Mundial, con el nazismo y el contrabando de penicilina como trasfondo. El protagonista principal es un chaval inválido que mediante una partida de ajedrez, intenta neutralizar a un malhechor. Cuando se presentó la obra, Ladrón comentó que sus dos géneros predilectos son la novela negra y la narrativa fantástica, y que su mayor anhelo era construir obras que aunasen ambas tendencias.

Posteriormente ha publicado las novelas:

  1. Eguzki beltzaren sekretua (2004, Elkar)
  2. Arotzaren eskuak (2006, Elkar)
  3. Ahaztuen mendekua (2009, Elkar)
  4. Zer barkaturik ez (2011, Elkar)
  5. Piztiaren begiak (2012, Elkar).

El éxito de la novela Arotzaren eskuak que cuenta con 15 ediciones en euskara ha llevado al autor a acometer la traducción de esta obra que se publica en español en marzo de 2013.

Estrategia Aldaketa

Biharamun goizean ez nintzen ohetik jaiki. Gaixorik nengoela erran nion amari eta, zinez diotsuet, ez nion birritan erran behar izan sinets ziezadan: nire aurpegiak gogor salatzen bide zuen buru barnean neukan infernua. Dena den, ez kezkatzeko erran nion amari, joateko lasai lanera. Joan zen lanera, bai -beharko joan-, baina ez dut uste oso lasai joan zenik.

Bakarrik gelditu nintzen gure etxe isilean, zoruko zurajearen karraska hots asaldagarriak lagun bakar nituelarik. Hala ere, bakardade hark ez zidan luzaro iraun. Bata bestearen atzetik, aurreko gaueko mamuak begien aurrean azaltzen hasi zitzaizkidan: Angela, blai egindako bere soinekoa altxatzen sotoko giltza ateratzeko, eta Errege Beltzaren ahots higuingarria, Angelari labirintoan barrena deika, eta Schenker doktorearen betaurreko distiratsuak, eurian zehar niri zomorro bati bezala begira... eta, azkenean, Roma dendaren aitzinean erdizka entzundako izugarrikeriak.

Cambio de Estrategia

A la mañana siguiente no me levanté de la cama. Le dije a la madre que estaba enfermo y, os lo puedo asegurar, no tuve que decírselo dos veces para que me creyera: según parece, mi cara delataba claramente el infierno que me atormentaba el ánimo. No obstante, le comenté a la madre que no debía preocuparse, y que se fuera tranquila a trabajar. Se fue al trabajo -no le quedaba otro remedio-, pero no creo que lo hiciera tranquila del todo.

Me quedé sólo en la casa silenciosa, con la sola compañía de los crugidos inquietantes del suelo de madera. Pero aquella soledad no duró mucho. Uno detrás de otro, aparecieron ante mis ojos los fantasmas de la noche anterior: Ángela, levantando su vestido empapado para sacar la llave del sótano, y la voz asquerosa del Rey Negro, llamando a Ángela desde dentro de laberinto, y las gafas brillantes del doctor Schenker, mirándome a través de la lluvia como si fuera un gusano... y, al fin, las cosas terribles escuchadas a medias delante de la tienda Roma."

(Xake mate, Edit. Elkar, 2002)