Lexikoa

INQUISICIÓN

Ambito jurisdiccional. El País Vasco dependen inquisitorialmente, en una primera época que va hasta 1570 del tribunal de Calahorra; y posteriormente, de la Inquisición de Logroño. Por eso, si se quiere conocer las actividades de la Inquisición española en territorio vasco, es preciso estudiar lo acontecido en aquellos tribunales. En el distrito inquisitorial de Calahorra, y más tarde de Logroño, cuya mayor parte gozaba de un régimen foral tradicional, los inquisidores encontrarán en ocasiones graves dificultades tocantes a la concesión gratuita de aposentos, a la exención de impuestos y disfrute de otras prebendas, al traslado de presos, a competencias de jurisdicción con autoridades tanto eclesiásticas como civiles. Estos problemas harán exclamar al inquisidor Ybarra desde Vizcaya, en 1547: "yo no vengo a quebrantar privilegios ni a entender en otras cosas sino las tocantes a herejía y apostasía". En este contexto, la Inquisición intentará ir reafirmando sus privilegios y aumentar sus esferas de jurisdicción. Asuntos que antes eran de competencia civil, como la brujería o la bigamia, irán pasando a manos del Santo Oficio. Todo era un resultado de la ampliación del concepto de herejía, sobre la que actuaba la institución inquisitorial. Lo cierto es que la Inquisición fue fortaleciéndose a lo largo de todo el siglo XVI. Tras la dureza de los primeros años de instalación y comienzo de las actividades, y tras la muerte de los Reyes Católicos, se equivocaron quienes pensaron que con la llegada del nuevo monarca Carlos se iba a suavizar o disminuir, o al menos reformar, el ejercicio inquisitorial. Es verdad que con el advenimiento al trono de Felipe II parece producirse un endurecimiento en la actitud de la Inquisición, por varias razones, entre otras por la aparición de los focos protestantes internos. Sin embargo, en la última fase del reinado de Carlos V, ya se aprecia una radicalización en la ofensiva contra la herejía, y en este sentido el anciano emperador instruye a su hijo y sucesor. En el País Vasco se vivirán de una manera destacada los momentos claves del control de la heterodoxia. La vigilancia de gentes, de mercancías, de libros, era vital en la frontera francesa y puertos marítimos. En un territorio como el correspondiente al tribunal de Calahorra o al distrito inquisitorial de Logroño, en que se incluyen el reino de Navarra, Vizcaya y Guipúzcoa, además de Alava, con sus sistemas jurídicos forales, es fácil comprender las dificultades que la Inquisición tendrá en el ejercicio de sus funciones, en la configuración de su red de comisarios y familiares y en la efectividad de las visitas de los inquisidores. A esto hay que añadir los conflictos de jurisdicción con las autoridades civiles y la jerarquía eclesiástica. En el caso de los inquisidores que intervenían en el País Vasco, la situación se hacía visiblemente delicada al tener que realizar su labor a caballo entre tres obispados: el de Pamplona, el de Calahorra y el de Burgos. Los roces entre obispos e inquisidores acerca de determinadas materias serán frecuentes. Los inquisidores de Calahorra opinaban que dar lugar a esta intromisión de los prelados en sus asuntos "sería destruir los negocios del Santo Oficio". Sin embargo, el obispo de Pamplona se quejaba de todo lo contrario, de que los inquisidores le pisaban sus competencias, y daba irónicamente una solución salomónica al conflicto: "Sería mejor que partiésemos la jurisdicción y ellos tomasen la mitad de este obispado y yo me quedase con la otra mitad". No es más que una pequeña muestra de cómo en ocasiones se enconaba el problema. Puede afirmarse que, a grandes rasgos, el territorio controlado por los tribunales de Calahorra y Logroño comprendía el reino de Navarra, Alava, Guipúzcoa, Vizcaya, La Rioja y la parte norte de las provincias de Burgos y Soria. El ámbito geográfico confiado a estos tribunales tendrá unos condicionamientos propios que incidirán en la actuación inquisitorial. Primordialmente, hay que tener en cuenta que es un territorio constituido en encrucijada de caminos, con una situación claramente fronteriza. Una frontera con Francia, una costa marítima muy activa y abierta al exterior, con una fuerte relación comercial con Europa, condicionarán la acción de los inquisidores, sobre todo en lo referente al luteranismo y control de las ideas heterodoxas.