Olerkariak

Abraham Ibn Ezra

Poeta arábigo-navarro. Nació en Tudela el año 1092 y falleció en Calahorra en 1167.

Pasó bastantes años de su juventud en Córdoba "probablemente junto a la academia de Lucena, e intercambió precozmente poesías con los autores de entonces". Sabemos que antes del año 1140 había abandonado España, dirigiéndose hacia el Norte de Africa, probablemente en compañía de otro ilustre tudelano, Yehudá ha-Levi. Sabemos que residió en Egipto, aunque es dudoso que estuviera en Palestina y Babilonia; que en 1140 se encontraba en Roma, donde compuso su Comentario al Eclesiastés y al libro de Job, y que en Luca y en Mantua, desarrolló una notable actividad gramatical y exegética.

"En Italia llevó una vida muy inestable, pues según los datos de sus obras, le vemos, desde 1140 a 1146, en Roma, Lucca, Mantua y Verona, siempre infatigable trabajador científico. En 1148 lo encontramos ya en el Languedoc, en Béziers y Narbona, donde, a diferencia de Italia, fue muy bien recibido, y con destino a los estudiosos de aquel país, redactó importantes obras sobre astronomía y astrología; es probable que algunas de ellas, llegadas a nosotros sólo en texto latino, se escribieran con destino a estudiosos cristianos".

También en Francia llevó una vida muy activa, pues lo encontramos, además de las ciudades antedichas, en Burdeos, Angers y Dreux. De Francia se trasladó a Inglaterra, donde el espíritu científico estaba muy desvelado a principios del siglo XII, prosiguiendo su actividad científica.

"Sus continuas y absorbentes actividades científicas y literarias sirviéronle de lenitivo a sus desgracias -entre ellas la muerte de su hijo Ishaq- y a su inopia, las cuales, como decía irónicamente el propio autor, le acompañaron toda la vida."

"Asombra la cantidad de la obra de nuestro autor: teología, filosofía, exégesis bíblica y talmúdica, aritmética, astronomía, astrología, gramática, correspondencia epistolar, poesía y además, traducciones del árabe al hebreo... Es, pues, nuestro autor uno de aquellos epílogos colocados en el límite de dos períodos culturales de desigual nivel, y que con su labor han contribuido a salvar parte de la producción anterior; los judíos del Norte de Europa beneficiáronse mucho de sus escritos, así como los cristianos; añádase a ello el superior talento crítico de Abraham ibn 'Ezra -su filosofía neoplatónica estaba ya muy influída de aristotelismo que le hizo anticiparse, a veces, a su época".

  • MILLÁS VALLICROSA. La poesía sagrada hebraico-española y El libro de los fundamentos de las Tablas astronómicas de R. Abraham Ibn 'Ezra
  • CASTRO, J. R. Autores e impresores tudelanos. Siglos XV XX. Pamplona, 1963.