Lexikoa

UNIFICACION

Fase final: 1945 hasta hoy. La guerra civil española (1936-39), primero, y la II Guerra mundial (1939-45), después, cerraron toda una época para abrir una nueva caracterizada por una fuerte dictadura fascista, una creciente industrialización y la llegada de una nueva avalancha de inmigrantes por lo que a las provincias meridionales vascas se refiere. En las septentrionales nada de esto tuvo lugar: la agricultura, la ganadería y en la costa labortana el turismo eran los pilares de la economía y la emigración el triste sino de amplios sectores de la población joven. Las diferencias entre ambas fracciones del país se han hecho cada vez más acusadas y ello se ha visto reflejado también en el proceso de unificación. El suletino ha seguido su propio camino, acaso más divergente desde que en 1926 se suprimió el arrondissement de Mauleón. Tras la nueva reorganización administrativa, Zuberoa quedó integrada en el arrondissement bearnés de Olorón, mientras que toda la Baja Navarra y Lapurdi se reagruparon en el de Bayona. En estas dos últimas provincias se ha evolucionado a una especie de koinè que quedó en gran medida codificada en 1944 en la Grammaire basque de Pierre Lafitte, bajo la denominación de `bajo-navarro labortano literario'. En las provincias meridionales asistimos en la década de los cincuenta a un paulatino abandono del `gipuzkera osotua' de Azkue por parte de los escritores vizcainos, curiosamente sus más activos propagandistas hasta entonces. Este abandono se debió al supuesto chauvinismo de los guipuzcoanos quienes, según ellos, no habían asimilado correctamente el verdadero sentido de guipuzcoano `completado' habiéndolo reducido en la práctica al de guipuzcoano `puro y simple'. Para hacer frente a la nueva situación surgieron actitudes diversas en las filas vizcainas. Federico Krutwig lideró un activo grupo que desde principios de la década de los cincuenta propuso una vuelta al modelo de Leizarraga-Axular. Otro importante sector, por despecho hacia los guipuzcoanos, optó por revitalizar el hipervizcaino de comienzos de siglo. Hubo también un dinámico sector, con el poeta Gabriel Aresti al frente, que apoyó ya desde sus inicios lo que luego se denominaría `euskara batua' (= euskara unificado), que es la variedad estándar actualmente en vigor. Los primeros pasos hacia la constitución de esta variedad estándar se dieron en Bayona a partir de 1963, siendo su motor y director J. L. Alvarez Enparanza "Txillardegi". El documento dado a la luz por este grupo en 1964 ("Baiona'ko Biltzarraren Erabakiak") despertó, a pesar de su brevedad, un vivo interés entre un importante núcleo de escritores y de profesores de las recién creadas ikastolas y campañas de alfabetización. Fue este amplio sector de gente, reunido en Ermua en 1968 expresamente para ese fin, quien elaboró un segundo documento ya más completo (Jakin: 1968, no 31-32). Finalmente Euskaltzaindia, en la conmemoración del 50 aniversario de su fundación, encargó al académico y prestigioso lingüista Koldo Mitxelena la redacción de un proyecto lo más detallado y concreto posible, realizado magistralmente por aquél (Euskera: 1968). Para definirlo de una manera breve, diremos que este modelo estándar se basa en las variedades centrales: guipuzcoano, alto-navarro y labortano. La propuesta tenía, pues, muy poco de novedoso, pues tanto el labortano como el guipuzcoano han sido los dos ejes sobre los que han gravitado todos los intentos serios de unificación, al menos cuando se ha considerado como objeto la lengua vasca en su conjunto. Quizá el aspecto más relevante sea el peso relativamente importante --debido indudablemente a imperativos de orden sociolingüístico-- que se ha otorgado a la literatura clásica labortana. Ha sido la propia Academia de la Lengua Vasca la que desde 1968 ha completado, afinado y, en ocasiones, corregido, el texto elaborado por Mitxelena. Han sido decisivos en este sentido el congreso celebrado en 1978 en Bergara, diez años después del celebrado en Arantzazu (Euskera: 1978) y el celebrado en 1994 en Leioa, culminando así una etapa de arduo e intenso trabajo. Producto de ese trabajo en el seno de la Academia son asimismo el esbozo de una gramática vasca (Euskal Gramatika. Lehen urratsak, 1985 y ss.) así como los importantes avances producidos en el terreno de la lexicografía (Hitz-elkarketa, 1987 y ss.). Bibliog. Zuazo, K., euskararen batasuna, Euskaltzaindia, Iker-5, Bilbao, 1988.

Koldo ZUAZO ZELAIETA

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