XXXVII obispo de Pamplona (1277-1287). Natural de la localidad aragonesa de Uncastillo, era canónigo de la iglesia pamplonesa desde 1263, colaborando --en calidad de chantre-- con su antecesor en la sede don Armingot. En 1269 gestiona ante Jaime I la restitución de la iglesia de Navardún; en 1271 es árbitro entre la Orden del Hospital y el abad de La Oliva. Posteriormente, aprobó la concordia con Iranzu en torno al monasterio de San Sebastián el Antiguo. En octubre de 1273 asiste a las Cortes de Puente la Reina, siendo promovido poco después al cargo de Tesorero de la iglesia pamplonesa. Elevado en 1277 a la silla episcopal, instrumentó las reclamaciones sobre los bienes y jurisdicciones temporales perdidos por la mitra a consecuencia de la guerra de la Navarrería (en los barrios pamploneses y los castillos de Uharte, Oro y Monjardín). Fue uno de los principales artífices del convenio de 1281 por el que se delimitaron las jurisdicciones entre la mitra y la corona sobre la capital. Reorganizó el hospital de San Miguel, al que donó las casas de la Magdalena. Comenzó la construcción del claustro de la catedral, cuyas obras estaban emprendidas en 1286. Murió el 29 de enero de 1287 siendo enterrado en la seo pamplonesa. Ref. José Goñi Gaztambide: Historia de los Obispos de Pamplona, I.