Sailkatu gabe

VALLE DE RONCAL - ERRONKARI (HISTORIA)

Guerras carlistas. En la primera (1833-1839) ocurrió algo anecdótico y es que el valle de Roncal envió en 1834 a Cambó (Lab.) una comisión al famoso Espoz y Mina, entonces enfermo, diciéndole que pasara a su tierra para dirigir las operaciones de los liberales y «que en hombros de sus naturales y sin la menor incomodidad ni cuidado pasaría las montañas que lo separaban de España». Fuera de ello lo que fuere, ese mismo año se le nombraba comandante en jefe hasta 1835, pero, enfermo, fue relevado por Gerónimo Valdés. La lucha fue muy desigual por las provincias y el reino de Navarra hasta el punto de abandonarlo todo menos las plazas fuertes de Bilbao, San Sebastián y Pamplona. Cuando los carlistas, con Zumalacárregui a la cabeza, sitiaron Bilbao, en 1835, fue éste gravemente herido, muriendo a los pocos días. Le sucedió Gómez Moreno, militar mediocre, que levantó el sitio de Bilbao, llegando después de batallas por toda la geografía vasca y española, al Convenio de Bergara el 27 de agosto de 1839 en el que se confirmaban los fueros. En la última guerra carlista (1872-1876) la complicada red de levantamientos peninsulares y en el país vasco-navarro, apenas tocó el Valle aunque se sabe de una entrada por el vallecito de Belabarze de los carlistas procedentes de Aragón, y sé por tradición familiar que hicieron gritar a mi abuela un ¡viva Karlos Zazpi! sin más consecuencias. Isaba fue liberal, incluido el párroco Labayru, hijo del pueblo, que huyó por el camino de San Julián, bajando a Sunukaltea, y alcanzando el camino de Ardibidegainea con destino a Francia. Con Alfonso XII declinó el carlismo, ahí donde lo había, hasta que el pretendiente Carlos VII pasó la frontera el 28 de febrero de 1876, año de la ley de 1839.