Diario "católico-político" publicado en Pamplona desde 1893 hasta entrada la II República.
Fue órgano del Partido Integrista de Navarra, de escasa tirada (900 ejemplares su último número del 10 de agosto de 1932, 4,3% de la prensa navarra) pero de pensamiento influyente. Fueron directores Benigno de Loyola, Marcos Alconero, Hilario Olazarán y García Deán. Abundan en él las reproducciones de El Siglo Futuro. Fue germanófilo durante la Gran Guerra y se lo consideró portavoz oficioso de Primo de Rivera durante su dictadura. Fue suspendido en agosto y setiembre de 1931 por verter consideraciones subversivas contra el nuevo régimen. Era partidario, pese a su rechazo al sufragio universal, de que el clero participara en política activa. Su pensamiento se puede sintetizar en la frase publicada el 11 de junio de 1924: "donde acaba el predicador comienza el periodista; donde no llega el púlpito llega el periódico".