Pintores

Mendieta y Retes, Francisco de

Pintor e historiador vizcaíno de la segunda mitad del siglo XVI. Su lugar de nacimiento se sospecha ser Mendieta del valle de Ayala (Álava), pero lo cierto es que se le conoce como habitante de Bilbao.

Autor del famoso cuadro de la Jura de los Fueros de Vizcaya por Fernando V de Castilla.. Fue además, autor de una Coronica de Vizcaya, cuya cuarta parte conocemos gracias al escritor Juan Carlos de Guerra.

Francisco Elías de Tejada comenta la obra de Mendieta como historiador de la siguiente forma:

"Por lo venido a nosotros Francisco de Mendieta comparte el sentir altanero de los vizcaínos, seguros de ser los invariados y veros descendientes de los primeros pobladores de España, que vinieron con el patriarca Túbal en ella, y por ende nobles indiscutibles, ya que no han tenido mezcla de ningún género de gentes extrañas, sino que la traen su nobleza de los primeros hixos de Noé, sin prevaricación de otras naciones. Así los del valle de Léniz tienen por escudo al arca de Noé, en señal de la dependencia directa de los primeros padres de la humanidad, signo de nobleza incomparable. Es otro eco de la altivez política de los cronistas vizcaínos del siglo XVI. En contraste con tal actitud está la tristeza con que en esta Quarta parte describe la anarquía con que las luchas banderizas desgarraban Vizcaya desde 1399 hasta 1456. La narración rezuma angustia entre los crímenes, los robos, las alevosías y los incendios. La pintura del Señorío que arde en horrores es confesión tristísima que más de una vez se le escapa de la pluma; consolándose apenas con el cotejo de la anárquica situación del siglo XV con la que goza en sus días bajo el cetro del impar Felipe II, exclamando deleitoso: "Por dichosa se puede tener Vizcaya, pues goza de tanta paz en estos nuestros tiempos, mediante que la Justicia ha echado raíces tan fuertes". De este modo Francisco de Mendieta acoge los dos temas fundamentales del pensamiento político de la historiografía suya: la nobleza vizcaína hijuela de la pureza milenaria y la satisfacción de saberse bien gobernados por el señor Felipe II". (Cfr. Tejada, Francisco Elías: El S. de V., 79).

Varios han sido los que han tratado de su figura, como uno de los pintores más antiguos conocidos en el país, como autor de los referidos Annales de Vizcaya, por el pleito en que estuvo enzarzado por haber borrado la pintura de una imagen y en su lugar poner el escudo de armas de Juan de Bayona por mandato de éste en la parroquia de Santiago, pero sobre todo por el cuadro de la Jura de los Fueros de Vizcaya por Fernando el Católico. Pintó para esta iglesia de Santiago una tabla con la historia del rico avariento, retocó los altares de esta parroquia y concluyó el retablo de San Juan Bautista (donde tuvo el altercado aludido) de la misma.Jura de los Fueros de Vizcaya, que se conservó en la Casa de Juntas de Guernica y luego pasó al Museo de Bellas Artes de Bilbao.

Según Delmas, en su Guía del Señorío de Vizcaya, año 1864, "este histórico y muy curioso cuadro fue hallado en Londres en una taberna, y lo compró el capitán de un buque mercante, que lo regaló a su país así que pisó sus costas". Hoy existen varias copias de esta obra. Otro cuadro de la Jura de los Fueros, que Darío de Areitio asoció con éste (en RIEV. XX, 1929), según un manuscrito de la Biblioteca Nacional, fue aquél en que figuraba el rey a pie descalzo, sin confirmar que fuera obra de Mendieta. Si se lee el texto de Areitio en RIEV. se puede comprobar que es un calco de los párrafos finales del capítulo XVI (53 v. ) de la obra Antiguas Lenguas de las Españas del licenciado Poza, y que Darío de Areitio no reparó en ello, o bien nunca llegó a leer la obra de Poza. Observamos una diferencia considerable en ambos textos cuando el licenciado Poza habla de una capilla de los vizcaínos en el monasterio de San Agustín de la ciudad de Brujas; Areitio, siguiendo al aludido manuscrito, habla de la ciudad de Burgos, y no de Brujas. Aun siendo verdad el destino que Delmas atribuye al cuadro, sería mucho conjeturar que se trate del mismo que Poza le sitúa en Brujas. Las descripciones generales coinciden con las escenas del conocido cuadro de la Jura, y no tendría nada de extraño que se tratase de una sola obra. Considerar al rey y a los caballeros con los pies descalzos, parece poco probable, dentro de lo discutible (según Poza, era costumbre que duró hasta su época). Pero lo más extraño es que Poza no diera noticia de su autor, en caso de ser Mendieta, siendo como eran contemporáneos y a la vez habitantes muy próximos. Puede ser que ocultara para dar mayor importancia a la obra. De todas formas, éste será un tema difícil de poner en claro.

Volviendo a Mendieta, al parecer, tuvo en Francisco Vázquez su maestro y su protector, por ser Francisco de Mendieta hijo natural de su criado Pedro de Mendieta y de María de Retes que también le sirvió algunos años. María, al mismo tiempo, coincidía ser de Mendieta del valle de Ayala, pueblo donde se atribuye el nacimiento del pintor. Areitio, que fue quien más investigó sobre este artista, dice que Mendieta, en agradecimiento a su maestro y protector Francisco Vázquez, en ocasiones llegó a usar su apellido como Vázquez de Mendieta (en el Boletín de la RSVAP, X, 1954). Lo cierto es que al testar Francisco Vázquez, en 1584, como tutor de sus nietos, presentó como fiador a Francisco de Mendieta, y éste a su vez, ante el Concejo, para su vecindad en Bilbao, dio como fiadores a dos artistas: Hernando de Ibarguen, entallador, y Domingo de Bedia, pintor. Es difícil opinar sobre la influencia de estilo de obra renacentista de la Jura de los Fueros de Vizcaya. Aunque se perfilen corrientes de la Europa central, no disponemos de material suficiente, ni del autor ni de su época, para asentar una base sólida, y que a la vez serviría para aclaraciones de los comienzos de la pintura moderna en nuestro país.