Políticos y Cargos Públicos

Vedia Goossens, Enrique de

Funcionario del Estado y notable escritor, nacido en Balmaseda (Bizkaia) en el año 1802 y muerto en Jerusalén en el de 1863. Estudió en el Seminario de Bergara, donde su vocación de escritor fue sin duda estimulada por los fermentos espirituales de que era aún depositaria la vieja institución.

Llevado por su tío Pedro Francisco Goossens y Ponce de León a Madrid, pudo asomarse a la vida de las tertulias madrileñas y conocer literatos y personajes de actualidad, tales como Antonio Alcalá Galiano y Ramón de Mesonero Romanos, con quienes le unió una estrecha amistad. Liberal y partidario de la Constitución, no creyó sin embargo oportuno afiliarse a ningún partido político. Se alistó a las tropas del general Morillo para luchar contra los Cien mil hijos de San Luis; pero luego de la capitulación, arrojó las armas y se retiró a su casa de Balmaseda. En su retiro de las Encartaciones, Vedia se dedicó al estudio de la historia y a escribir versos. Respaldado por su tío, consiguió plaza en el Ministerio de la Gobernación en el año 1833, y en el siguiente pasó a Santander como secretario del Gobierno Civil.

De 1839 a 1840 lo vemos de Jefe político o gobernador de Tarragona, pasando en este último año y con el mismo cargo a la ciudad de Burgos, donde Teófilo Gautier será agasajado por su "encantadora amabilidad" (palabras del escritor francés, en su Voyage en Espagne ). En 1844 lo tenemos de gobernador en La Coruña, desde donde pasará a Madrid con plaza en el Ministerio de la Gobernación. Era sub-director aquí cuando en 1854, a raíz de la Vivalcarada, quedó cesante. Vedia optó por retirarse definitivamente de la vida política, y aceptó su nombramiento como cónsul de España en Liverpool. Un último desplazamiento en 1863, esta vez como Cónsul General de España en Jerusalén, y poco después su fallecimiento desgraciado, a consecuencia de una insolación. Vedia era hombre de fina sensibilidad, que gustaba de leer e investigar el lado curioso de las cosas, y que, sobre eso, sabía escribir con elegancia y corrección, tanto en prosa como en verso.

De entre su producción histórica destacaremos unas Memorias para la Historia de la M. N. y M. L. villa de Valmaseda, un manuscrito inédito de 257 pp., que ultimó el autor en 1853, una apreciadísima -por lo rara- Historia y descripción de la ciudad de La Coruña (Coruña 1845) y su colaboración en la edición, en dos tomos, de los Historiadores primitivos de Indias, de la Biblioteca de Rivadeneyra. De Vedia como poeta se citan diversas odas, anacreónticas y epístolas, entre las que cabe citar una Oda a la muerte de Napoleón Bonaparte (Bilbao 1820) y una Elegía a la muerte de la reina doña Amalia de Sajonia, unida a otras composiciones poéticas al mismo asunto (Bilbao 1829). Vedia fue también un excelente traductor.

Tradujo la Historia de la literatura española, de J. Ticknor, adobándola con notas y adiciones junto con su amigo don Pascual de Gayangos (4 vols., Madrid 1851-1857); la Parisina, de Lord Byron, cuento poético traducido en verso castellano (Montevideo 1836); el Cómo, de John Milton, y la elegía de sir Thomas Grey, En un cementerio de aldea, de la que hizo una espléndida versión. Ofreció también una Antología anglo-germánica o colección de poesías inglesas y alemanas, traduciendo en verso castellano obras de los más famosos poetas alemanes e ingleses. Se citan también como de Vedia un Discurso pronunciado en la apertura del Instituto Tarraconense (Tarragona 1838), una Instrucción sobre los primeros auxilios que deben suministrarse en los casos de cólera morbo (Bilbao 1832) y el Diario de un paseo a los lagos ingleses y a las montañas de Escocia en el verano de 1857, calificado como "de factura modernísima" por F. de Echegaray, por acertar a conjugar hábilmente el relato histórico, la leyenda, el movimiento económico y hasta la guía turística (inédito).

Ref. J. E. D.: Biografía universal de claros varones de Vizcaya con una tabla cronológica y alfabética de sus apellidos, Bilbao 1970, art. Vedia y Goossens, Enrique de; Javier de Ybarra y Bergé: La obra de Pedro de Garmendia, Bilbao 1950, p. 127; Fernando de Echegaray: Los vizcaínos de antaño en la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País, Bilbao 1965, pp. 58-63.