Novel

Irazu Garmendia, José

Bernardo Atxaga.

Literato vasco nacido en Asteasu (Gipuzkoa) el 27 de julio de 1951.

Cuando tenía catorce años la familia se fue a vivir a otro pueblo próximo, Andoain, más industrial y con bastante menos porcentaje de población vascoparlante que Asteasu. Atxaga aprovechó aquellos primeros años para leer numerosos libros en la biblioteca pública de esa nueva localidad. Leyó por ejemplo a Stevenson, Conrad y Melville, autores de los que siempre se ha sentido deudor.

En esa época comenzó a alfabetizarse en euskera, con la ayuda de su madre, que era maestra, y empezó a mandar cuentos en castellano al diario "El Norte de Castilla". Uno de ellos, titulado Los que anhelamos escribir, fue publicado el 27 de junio de 1971. Es en Bilbao, donde estudia, cuando vuelve a nacer, según ha confesado.

Completó su proceso de alfabetización y conoció al poeta Gabriel Aresti, quien le animó a escribir y pronosticó que sería un buen literato. También entonces entró en contacto con los estilos literarios vanguardistas, convirtiéndose en admirador del surrealismo y de los experimentalismos en general. En esa época de estudiante universitario comenzó a escribir las poesías y narraciones que más tarde, en 1978, se publicarían en el libro Etiopia.

En los siguientes párrafos recogeremos los datos biográficos ofrecidos por la estudiosa Lourdes Otaegi en la monografía Bernardo Atxaga. Egilearen hitza (Colección Literatur kaierak, Labayru-B.B.K. (Bilbao Bizkaia Kutxa), 1999).

En 1973, acabados los estudios de Ciencias Económicas, comenzaron los que Atxaga denomina sus años más negros. Fue a realizar el servicio militar, y fruto de aquella experiencia negativa fue la novela Ziutateaz. Se trataba de una novela política, con reflexiones sobre la muerte y la libertad.

Acabado el servicio militar fue a vivir a Donostia-San Sebastián, a trabajar en un banco. En aquella época creó la revista "Panpina Ustela", junto con Koldo Izagirre y Ramón Saizarbitoria. Pero la etapa donostiarra duró muy poco tiempo, porque el trabajo en el banco no le satisfacía. Volvió a Bilbao, trabajó en diversos oficios, como obrero de una imprenta, vendedor de libros y profesor de euskera, pero con los ojos cada vez más puestos en la literatura.

En 1978 fundó el grupo literario Pott Banda, junto con Joseba Sarrionandia, Jon Juaristi, Josemari Iturralde, Manu Erzilla, Ruper Ordorika y otros. Editaban sus trabajos en la revista "Pott", y aunque tenían personalidades y gustos diferentes, les unía el rechazo a la literatura comprometida socialmente del estilo de Gabriel Aresti y la reivindicación de una literatura autónoma, alejada también de intereses pedagógicos. El grupo Pott Banda duró hasta 1983, año en el que Atxaga se fue a Barcelona a estudiar Filosofía. Ya para entonces había tomado la decisión de ser un escritor profesional, con lo que trabajó en diferentes campos que le ayudaron a perfeccionar la pluma, como cuentos para niños, canciones y guiones radiofónicos.

En 1984 publicó la novela Bi Anai, que le consagró entre el público euskaldun. En 1988 vino la recopilación de cuentos Obabakoak, que ganó al año siguiente el Premio Nacional de Literatura de España (1989) y abrió las puertas del escritor a Europa. El mismo año de su publicación ganó El Premio de la Crítica, al año siguiente el I. Premio Euskadi, y posteriormente fue finalista del European Literary Price (1990), Premio Milepages de París (1991) y Premio Tres Coronas de los Pirineos Atlánticos (1995). Para el año 2000 el libro ya había sido traducido a 24 idiomas. A partir de entonces se convirtió en el escritor vasco más conocido fuera de nuestras fronteras.

En 1992 fundó en Pamplona, junto a unos amigos, la revista "Garziarena", principalmente cultural, y que duró dos años. Los artículos iban siempre firmados por sobrenombres acompañados del apellido Garziarena. Los textos de los autores con nombres que comenzaban por la letra B eran de Atxaga.

En el año 2000 decidió implicarse más en la editorial pamplonesa Pamiela, entrando a formar parte de su equipo directivo. En las elecciones al Parlamento Vasco del año 2001 pidió el voto para Izquierda Unida-Ezker Batua, tras unos años de críticas a la visión "romántica" de la política que atribuyó a los nacionalistas vascos. Se trataba de un gesto inusual en el colectivo de escritores euskaldunes, más recelosos de mostrar públicamente su intención de voto.

Además, recibió, entre otros el Premio Eusko Ikaskuntza-Caja Laboral de Humanidades, Cultura, Artes y Ciencias Sociales 2002.



Otra característica básica de Atxaga es su capacidad para conectar con su público mediante las conferencias. Para el año 2000 ya había dado más de 2.000 charlas, con escenarios de lo más variado, incluidos colegios con público infantil. Durante la década de los 90 desarrolló varias conferencias-recitales a modo de "lecciones": Zeruak (1994), Lezio berri bat ostrukari buruz (1994), Itzultzaile bat Parisen (1996) y Groenlandiako lezioa (1997).

También se ha mostrado muy interesado en colaborar con sus textos para los catálogos de pintores. Se pueden citar los casos de los artistas plásticos José Luis Zumeta, Eduardo Chillida, Ramos Uranga, Andrés Nagel, Carmelo Ortiz de Elguea, Eduardo Sanz, Francesc Torres y Ricardo Toja.