Poets

Aresti Segurola, Gabriel

Poeta y dramaturgo vizcaíno nacido en Bilbao el 14 de octubre de 1933. Murió el 5 de junio de 1975. Está considerado como uno de los mejores poetas y prosistas en lengua vasca.

A los veintiun años publica sus primeros poemas en "Euzko-Gogoa", de Guatemala colaborando posteriormente en "Egan" y dándose a conocer al público vasco. En 1957 es ya académico correspondiente de la Academia de la Lengua Vasca y publica en "Euskera", órgano de la misma, y en "Egan", "Zeruko-Argia", etc., diversos trabajos sobre literatos y teatro vasco.

Dos años después le es concedido el primer premio en el certamen de Bedoña por el poema titulado Maldan behera y realiza un estudio sobre el primer comediógrafo vasco, el alavés Pedro de Barrutia. A partir de estas fechas su actividad se acrecienta: gana el primer premio "Toribio Alzaga" de teatro por su obra titulada Mugaldeko herrian eginikako tobera (1961), publica en "Egan" su obra de teatro Etxe aberatzeko seme galdua (1962), obtiene el premio "Loramendi" de poesía vasca por Harri eta Herri (1963), que publica en 1964, así como ...eta gure heriotzeko orduan, y se representa su obra Beste mundukuak eta zoro bat por el cuadro "Jarrai" de San Sebastián. Estas, y en especial Harri eta Herri, le acreditan como autor en lengua vasca de primera categoría, capaz de llegar al público sin caer en la concesión, y de temática moderna, factor éste que tanto se echaba de menos en nuestra literatura.

En 1965 seguimos conociendo nueva producción suya con el drama-novela Mundu munduan; obtiene el premio "Lizardi" (1966) y publica Justizia Txistulari (1967). En 1968 su labor se ve recompensada con el Premio Nacional de Literatura "José María de Iparraguirre" por Harri eta Herri. Publica en Bilbao 14 alegia, lau Espainietako haurrentzat: fábulas de Tomás Meabe en castellano, euskera (Aresti), catalán (Salvat) y gallego (Montero). Del gallego traduce: "O catecismo do labrego" de Marcos de Portela: Nekazarien dotrina (1969). Ha traducido a B. Bretch en Xixtima zorintxu bat.

IEZ

Resumiendo en los siguientes párrafos la biografía publicada por Angel Zelaieta en la publicación Gabriel Aresti (Edit. Ayuntamiento de Bilbao y Diputación Foral de Gipuzkoa, 2000) se puede decir que Aresti comenzó a aprender euskera por su cuenta, cuando tenía doce años, y en el seno de una familia nada aficionada a esa lengua. En 1953 acabó los estudios de perito mercantil y a partir de entonces trabajó de contable en numerosas empresas.

Mientras realizó el servicio militar, en el mismo Bilbao, muchas veces fue a la sede de Euskaltzaindia, y allí Alfonso Irigoien le solía aconsejar sobre lecturas de autores clásicos. Aresti adquirió un estilo literario culto y elegante gracias en buena parte al clásico Axular, cuya obra copió completamente a mano. Fue un gran escritor en euskera y renovador de la poesía en una época en la que se pensaba que sólo los que aprendían la lengua en la niñez eran capaces de dominarla a la perfección.

Ya en 1953 Aresti era bastante conocido entre los euskaltzales (aficionados al euskera). Ese año Orixe vuelve de su larga estancia en América, y cuando su barco llega al puerto de Santurtzi (Bizkaia), le salen a recibir Antonio María Labayen, Alfonso Irigoyen y Gabriel. En 1955, su hermano mayor pierde la razón y es internado en un sanatorio psiquiátrico. Según Zelaieta, toda la familia quedó dominada por el miedo al qué dirán, y el propio Gabriel vivirá toda su vida condicionado por ese recuerdo.

Sus primeros artículos fueron en la revista "Euzko Gogoa", en 1954, y escritos en dialecto labortano. Al año siguiente conoció Pido la paz y la palabra, de Blas de Otero, que le impresionará. En 1957 es nombrado Correspondiente de Euskaltzaindia. En 1960 se casó con Meli Esteban, con la que tuvo tres hijas. Un año antes había ganado su primer premio, el "A. Joakin Bedoña-Loramendi Gorazarrea", por su poemario Maldan behera, y con Lojendio, Arrue, Irigaray y Mitxelena en el tribunal.

A partir de 1961 tradujo varios poemas de Blas de Otero para la revista "Egan". Blas, recientemente, había ingresado en el Partido Comunista, en París. En 1966, la revista de los comunistas vascos, "Arragoa", hablaba acerca de un texto teatral de Aresti, Justizia txistulari. Durante esos años, el Partido Comunista de Euskadi convocó muchas veces a Gabriel "ora para unirse a los huelguistas de Bandas de Etxebarri, ora para debatir sobre la invasión de Checoslovaquia, ora para tratar temas de cultura vasca", ha escrito Zelaieta.

En 1962 Aresti ganó el premio Orixe por la obra que más repercusión social tuvo: Harri eta herri. Se publicaría dos años más tarde (Edit. Itxaropena). Tal como dijo luego el historiador de la literatura vasca Ibon Sarasola, "esta fue la primera obra que fue conocida por una parte importante de los nuevos lectores en euskera". Se ha tomado el libro como ejemplo de poesía social, por el influjo que en ella tienen Celaya y Otero, pero según Zelaieta "avanza más por el camino neounamuniano de Jorge Oteiza".

En 1965 volvió a ganar el premio Orixe, por Euskal Harria, que fue publicada en 1967 (Edit. Kriselu). Entre 1966 y 1967 varios grupos llevaron a escena las piezas teatrales escritas por Aresti, y alguna otra de Bertol Brecht traducida por Gabriel. En 1968, se prohiben todas las representaciones, debido al estado de excepción tras la muerte del comisario Melitón Manzanas por parte de E.T.A. (Euskadi ta Askatasuna).

En aquella época Aresti escribió mucho sobre la lucha de clases, la inmigración en Bilbao y la euskaldunización de los emigrantes. Entonces recibió fuertes ataques por parte de una facción del sindicato E.L.A. (Eusko Langilleen Alkartasuna), denominada E.L.A-Berri. Una veintena de jóvenes le reventó una conferencia que iba a ofrecer en 1968 en Bilbao dentro de una Semana del Euskera, acusándolo de "felipe", es decir, de diluir la lucha nacional vasca en el seno de una etérea "lucha de clases" que, a la larga, sólo beneficiaba al nacionalismo español.

En 1968 el Gobierno español creó el Premio Nacional de Literatura José María Iparraguirre. Lo ganó Aresti, por su Harri eta herri. Se había presentado tras muchas dudas, puesto que mucha gente pensaba que se trataba de un intento del régimen de lavarse la cara en los asuntos del euskera.

En aquella época mostró un gran interés por la unificación de la lengua vasca. Fue "un auténtico motor de la unificación", en palabras de Koldo Mitxelena. Ya antes de que en el congreso de Arantzazu en 1968 se oficializaran las bases de la unificación, Aresti y Txillardegi escribían en un registro unificado bastante similar. Gabriel escribió dos libros relacionados con el idioma, uno de ellos de gramática (Batasunaren kutxa), el otro un diccionario, en colaboración con Xabier Kintana (Hiztegi tipia).

La canción vasca estaba en plena ebullición y muchos utilizaron letras de Gabriel: Lourdes Iriondo, Maite Idirin, Mikel Laboa, Xabier Lete y Oskorri, entre otros.

En los comienzos de la década de los 70 comenzó su actividad editorial, primero en la casa Kriseilu y luego en Lur. Desde Lur fue un guía para la nueva generación, pero pronto rompió con la editorial, porque sus compañeros le censuraron la pastoral Kaniko eta Beltxitina. En esa editorial publicó varias de sus traducciones: Hamalau alegia, de Tomas Meabe; Lau gartzelak, de Nazim Hikmet; Xixtima zoriontsu bat, de Bertol Brecht; y Nos, de Castelao.

En 1971 nació el grupo Oskorri, con varias letras de Gabriel. Los miembros del grupo tenían fama de comunistas y fueron acusados de pertenecer al Movimiento Comunista de España. En 1973, ya muy enfermo, Gabriel se trasladó a vivir al pueblo costero de Ea. Rápidamente se propagó su fama de comunista.

Después de muerto, en 1979 se publicó su poemario Azken harria (L. Haranburu Editor). Luego, en 1986, la editorial Susa publicó su obra completa.

Según el estudioso Iñaki Aldekoa (Historia de la literatura vasca, U.N.E.D. (Universidad Nacional de Educación a Distancia), 2000), fue importante la influencia de Jon Mirande en la primera época de Aresti. "El protagonista arestiano de Maldan behera, la obra más ambiciosa de su primera producción, hereda el espíritu de Zaratustra y se siente llamado a profetizar sobre el devenir del hombre tras la muerte de Dios", ha escrito Aldekoa. Ese primer poemario era simbolista e impenetrable, por lo que pasó bastante desapercibido. Después, el poeta optó por un estilo llano, directo y discursivo, "para la inmensa mayoría", en palabras del poeta. Desde Harri eta herri en adelante, Aresti se revistió de "una aureola profética y bíblica" según Aldekoa, con una clara apertura a lo social, y con el convencimiento de que la poesía era capaz de provocar el cambio social.

FIO