Handball

Apesteguy, Bernard Joseph

Chiquito de Cambo, Xikito.

Pelotari nacido en Kanbo (Lapurdi) el 21 de mayo de 1881. Fallecido el 1 de diciembre de 1950 en San Juan de Luz.

Su especialidad era la chistera, aunque también fue buen jugador de mano. De muy joven se sintió atraído por el juego y frecuentaba de mejor gana el frontón que la escuela. En 1899 jugó contra el célebre Arrue, considerado entonces como el mejor en la especialidad de chistera. La victoria de Chiquito, supuso el arranque de este atleta que llegaría a revelarse como un genio de la pelota. Como jugador de chistera, conoció grandes triunfos en los frontones de Madrid, La Habana, Buenos Aires, México y Egipto. Una vez vuelto a su país, jugó en los frontones franceses durante 30 años. Rivalizó con los mejores en la especialidad de mano como Dongaitz y Porteno entre otros. De 1908 a 1913 jugó al lado de Bernand d'Elbée contra los grandes guipuzcoanos, apodados así por Jean Ibarnégaray, y que eran Eloy, Irecet, Urrutia, Ayestarán, Altamira, Munita, Urbieta... Su estilo se caracterizaba por la fuerza del brazo, agilidad, golpe de vista de águila, resistencia física a toda prueba, y voluntad para ganar todos los encuentros.

Participó en la guerra de 1914, de donde volvió con la Cruz de Guerra y la Legión de Honor. Allí surgió además una leyenda, según la cual el pelotari lanzaba granadas con su chistera. Un siglo después, varios miembros de la asociación Jakintza, presidida por Guy Lalanne, han hallado el documento que prueba la verdad (o parte de ella) del mito. Se trata de tres líneas de una carta enviada por un soldado a su prima durante el conflicto. En ella el combatiente escribe lo siguiente: "Nous avons aussi des petites bombes en forme de pelote, Chiquito de Cambo lance ça avec un chistera" [Tenemos también pequeñas bombas con forma de pelota que Chiquito de Cambo lanza con una chistera]. Este documento, la investigación que confirma la coincidencia del soldado y Chiquito en el frente y una prueba casi científica realizada a las afueras de Ciboure, confirman que lo que contaban de Chiquito era realmente posible. De hecho, en la localidad labortana han logrado reproducir el tipo de proyectil empleado por el pelotari, lanzarlo con la chistera y hacerlo explotar. La leyenda se ha hecho historia.

Su villa natal le dedicó una estela funeraria.