Rey de Asturias desde 739 a 757, época de los duques vascones Hunaldo I, Waifre y Lupo II. Era hijo del duque de Cantabria Pedro. Casó con Ermesenda, hija de Pelayo. Favoreció su consolidación como rey el estado de descomposición en que se hallaba Al-Andalus, sumido en luchas entre bereberes y árabes. Alfonso I sale de sus montes e irrumpe por tierra de moros buscando expansión y fuerza, pero la escasa población de su reinecito le impide poder repoblar las tierras tomadas en sus correrías. Una crónica, la de Alfonso III, escrita hacia 883, nos da las fronteras vascas cuando enumera las comarcas conservadas en poder de sus naturales: "Álava namque Bizcai, Aiaone et Urdunia a suis incolis reperiuntur semper esse possessae, sicut Pampilona, Degius est, atque Berroza". Efectivamente, la frontera occidental de Vasconia con moros, corría desde el mar por Bizkaia, Aiala, Orduña, Álava, Berrueza, Deyo y Pamplona, frontera, a su vez, la más alejada de la cristiandad continental, pues entre vascos y asturianos había tierra de moros o bien tierras despobladas.
Entre 743 Y 745 Alfonso I de Asturias efectúa una correría ocupando y abandonando inmediatamente, después de matar a sus habitantes, destruir sus fortificaciones y talar los campos, las localidades de Auca (Villafranca de Oca), Velegia Alabense (Veleia?), Miranda (Miranda de Ebro), Reiendeca (entre Miranda y Haro), Carbonaria (Carbonera), Abeica (Abecia de Montes de Oca), Brunes (Briones), Cenisaria (Cenicero), Alesanco (Alesón) y Oxima (Osma, alavés o soriano). Todas estas localidades estarían probablemente ocupadas por los musulmanes y caen fuera de la actual Álava a excepción de Veleia y Osma. También hay noticia de algunas repoblaciones como las de Primorías, Liébana y Castilla . Se mencionan también como repobladas por este rey Supporta (Sopuerta) y Carranza que pudieran ser las actualmente vizcaínas. Estas ocupaciones y repoblaciones hay que situarlas en un marco extensísimo: Lugo, Tuy, Braga, Oporto, Astorga, León, Salamanca, Zamora, Avila, Segovia, Oca. Murió este rey astur en 757 y le sucede su hijo Fruela.
Según la versión rotense de la Crónica de Alfonso III, la iniciativa de la boda entre Alfonso y Ermesinda la tomó el propio Pelayo, formalizándose así, probablemente, una alianza astur-cántabra.
Alfonso I inició la expansión territorial por todos los extremos del territorio donde regia, aprovechándose de las luchas entre beréberes y árabes y del hambre en la Meseta superior durante el período central del siglo VIII. Expansión recogida de forma lacónica en la Crónica Albeldense y de manera más extensa en las dos versiones, rotense y ovetense (a Sebastián) de la Crónica de Alfonso III, versiones que no son coincidentes (p. ej. sólo la segunda cita a Velegia alabense, la actual Iruña alavesa, entre las ciudades tomadas a los árabes). No debe olvidarse qué la versión ovetense (a Sebastián ) es más gotizante, erudita y tardía que la versión rotense.
La Crónica de Alfonso III, en sus dos versiones, después de enumerar las ciudades devastadas por Alfonso I, con la indicación de que llevó consigo a los cristianos a la patria, señala que "Por este tiempo se pueblan Asturias, Primorias, Liébana, Trasmiera, Carranza, Sopuerta, las Vardulias, que ahora se llaman Castilla y la parte marítima de Galicia". Poblar en el sentido doble de repoblar y, sobre todo, de organizar. Está claro que Sopuerta y Carranza, en las Encartaciones, antes autrigonas, pertenecieron desde muy temprano al reino de los astures y que este confinaba con lo que se llamarían Álava y Vizcaya nucleares.
En la misma Crónica aparece que Álava, Vizcaya, Aizon (o Alaón) y Orduña, estaban controladas por los suyos. Pero en época de Fruela I, hijo de Alfonso, se habla de una sublevación vascona (occidental). Para Amancio Isla Frez "existe una tendencia a la absorción de estos territorios...A su vez, estas regiones se diferenciaban de las también citadas Pamplona, Berrueza y en una de las versiones, Deyo, que estaban al margen del reino". No se puede olvidar que la crónica se escribe en la penúltima década del siglo IX, posteriormente al nacimiento del poder de los Iñigo, aunque por el contrario, está influida por una ideología neogotizante imperante en el círculo cortesano ovetense de fines del siglo IX. Álava, Vizcaya, Aizón (o Alaón) y Orduña ¿estuvieron integradas, por lo menos teóricamente, en el ducado visigótico de Cantabria? Para Armando Besga Marroquín (2001) las regiones poco antes citadas si estuvieron integradas en el reino de Alfonso I, integración que no prueba, producida por un hipotético, aunque verosímil, pacto de la realeza con los poderes locales frente al enemigo común musulmán.