El gran pintor levantino (Valencia, 1863-Cercedilla, Madrid, 1923) tuvo notable vinculación con San Sebastián.
Pasó numerosas estancias estivales en esta ciudad desde 1890, principalmente en la década de 1910-1920, y tuvo estudio en Igeldo, como lo tendría en Zarautz. Mantuvo contacto asimismo con los ambientes artísticos e intelectuales donostiarras, siendo sus principales discípulos vascos Ignacio Ugarte, José Salís, Vicente Berrueta, Rogelio Gordon y Fernando Amarica, ejerciendo su influencia en muchos otros pintores. Realizó numerosos cuadros, dibujos y apuntes de paisajes y escenas vascas (Donostia, Zarautz, Hondarribia, Pasaia, Ronkal, Biarritz...), así como retratos de personalidades como su gran amigo el Dr. Madinabeitia, Unamuno o Baroja. Numerosas colecciones particulares vascas y algunos museos (donostiarra de San Telmo, Bellas Artes de Bilbao y de Vitoria) poseen obras de Sorolla. En 1992 se celebró en la capital guipuzcoana una gran exposición antológica bajo el título "Sorolla en Guipúzcoa", publicándose asimismo un libro-catálogo de la misma, con diversos artículos, textos y fotografías.