Religiosos

SAN FRANCISCO DE ASÍS

El santo fundador de la orden de PP. Franciscanos nació en Asís, en 1181, y murió en Santa María degli Angeli en 1226. Entre 1213 y 1215 acudió como peregrino de Santiago. Su llegada a Hispania la afirma expresamente San Buenaventura, y su peregrinación a Santiago, Tomás de Celano en su relato de las Fioretti (cap. IV), que, como es sabido, traducen los Actus B.Francisci et sociorum, obra anterior a 1328. Dice que "al principio e cominciamiento dell'Ordine, per sua divozione andó a San Giacomo di Galizia". Dice la tradición que en su visita a Hispania llegó a Pamplona / Iruña en tiempos del rey don Sancho VII el Fuerte. Habría encontrado la ciudad en furiosa guerra de barrios. Ni el rey ni el obispo habían logrado la paz entre los burgos pamploneses. Se dice que San Francisco de Asís logró la paz entre los contendientes. Estos sucesos ocurrirían el año 1213. La ciudad de Pamplona / Iruña, que ha conservado siempre memoria de estos hechos, le ha dedicado el nombre a una de sus más importantes plazas y le ha levantado un magnífico monumento. También Tudela cuenta con una tradición que habla de la llegada del Santo a la ciudad ribereña. Los historiadores de la orden franciscana afirman que en 1214 San Francisco de Asís pasó por Tudela, donde fundó orden. A esta tradición aludía una inscripción labrada en una piedra de la fuente llamada de Manresa. Decía:

Porque Moisés tocó un riscoAgua dio, que al mundo cura,Esta quita la calenturaPorque la tocó San Francisco.

Del mismo modo Vitoria atribuye la fundación del convento franciscano al propio San Francisco en 1214. Fray Damián Corjejo, en su Vida del glorioso patriarca San Francisco y de sus primeros discípulos (Madrid, 1682, capítulo XLIII, p. 207), afirma que San Francisco de Asís pasó por Tudela y fundó un convento que subsistió 50 años. El Padre Garay, en su Crónica de la Santa Provincia de Burgos (Pamplona, 1742, lib. I, cap. III, p. 14), asegura que se entrevistaron don Sancho y el Santo en Tudela y que tan agradecido quedó el rey de las gestiones de San Francisco, que le prometió mantener y perfeccionar en el reino los institutos de su orden. Ref. Marín, L. M.ª: Historia de la villa de Tudela. (Tudela, 1970, p. 205); Lacarra, J. M.ª: Peregrinaciones a Santiago de Compostela, Madrid, 1948, I, p. 76.